martes, 21 de junio de 2011

Domingo 26 de junio - Cuerpo y Sangre de Cristo (P. Oscar SJ)


(Ciclo A, 2011)
 
Fiesta instituida por el papa Urbano IV en el año 1264 "con el fin de tributarle a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, amor y gratitud". Este año, las lecturas correspondientes parten de la experiencia del hambre, y la necesidad del alimento para vivir.
-----------------------------
Reflexionamos desde la comunión = común-unión, en la Eucaristía (Misa).

- Común-unión CON-CRISTO
En lo personal, "no sucede como con el alimento material, al que asimilamos. En la Eucaristía, es Cristo quien nos asimila a Él; así, no sólo somos cristianos sino "otros Cristos". San Agustín

¿Me voy sintiendo "otro Cristo"… o comulgo por costumbre o rutinariamente, olvidando que la comunión es un regalo enorme del Señor?

- Común-unión CON LOS HERMANOS
En lo comunitario, "… y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo? Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan". 1Cor 10,16-17

Según San Pablo, la Eucaristía nos hace comunidad, y por lo tanto, genera un espacio de fraternidad. Vivirlo así podría cambiar la vida de muchas personas y comunidades.
¿Lo siento y vivo así… o todavía tengo vestigios de una moral individualista? ("yo cumplo con el precepto", "yo tengo que comulgar…").


- Común-unión CON TODOS LOS DEMÁS (en especial, los más necesitados a mi alrededor). "¡Denle ustedes de comer!". Mt 14,16
En lo misional (en mi círculo familiar, laboral, de estudios, de pastoral…), nuestro flamante Beato Juan Pablo II nos recordaba que "la Misa es una misión".
Lo mismo, el lema del Congreso Eucarístico Nacional de Corrientes (2004): "La Eucaristía, nos convoca, nos reconcilia, nos solidariza y nos envía".

Según nuestros Obispos, "nuestro pueblo tiene hambre de justicia y de Dios". ¿Atiendo a alguna de esas necesidades, "hambres" a mi alrededor (hambre material, afectiva, espiritual, de mayor solidaridad ciudadana…), o vivo como "encapsulado/a" en mis preocupaciones? (reales; y a veces, sobredimensionadas).

Evangelio

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.» Los judíos discutían entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer carne?» Jesús les dijo: «En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna, y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo. Pero no como el de vuestros antepasados, que comieron y después murieron. El que coma este pan vivirá para siempre.
Jn. 6, 51-58


No hay comentarios:

Publicar un comentario