miércoles, 14 de diciembre de 2011

3° Entrega de preparación para el CIG

aquí te pasamos la 3° entrega de preparación para el CIG 2012. Hace click en el link 3° entrega

martes, 29 de noviembre de 2011

2ª Entrega de preparacion al CIG 2012

Te presentamos la segunda entrega de preparación al camino Ignaciano 2012 Para acceder al documento hace clikc en 2ª Entrega

domingo, 27 de noviembre de 2011

1| Entrega de preparación del CIG 2012

Queridos Jóvenes
Ya estamos en tiempo de preparación del CIG 2012.
En estas semanas te propondremos una series de meditaciones para que te dispongas a la aventura de CIG 2012
1° Entrega

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cristo Rey

La Preparación
Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios
Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Leo el texto a contemplar      Mt. 25, 31-46
    Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.
    Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'.
Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos?¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?'.
    Y el Rey les responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo'.
Luego dirá a los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber;43 estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron'.
    Estos, a su vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'.
    Y él les responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'.
 Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".

Composición viendo el lugar
Me imagino el lugar donde Jesús habla con la gente de estas cosa, podría ser en la falda de la montaña, donde tantas veces hablo a la gente des reino de Dios, este es un lugar lleno de gracias para hablar de grandes cosas

Pido lo que quiero
Conocimiento interno del Señor, para amarlo más y seguirlo mejor.

Veo quienes son las personas
Nos imaginamos a la gran multitud de personas reunidas alrededor de Jesús... ellos son hombres y mujeres que quieren seguir más de cerca al Señor... en ellos está la inquietud por la verdad, una inquietud que los lleva a buscar aquello que más los acerca a la Palabra de vida eterna.

Vemos a Jesús... el mira a su Gente y ve que están sedientos de palabras de vida eterna... y que se encuentra como ovejas sin pastor...

Escucho lo que hablan
Escuchamos a Jesús, que presenta a Dios como un Rey del todo particular, glorioso, rodeado de los espíritus angélicos delante de todos los hombres de todas las naciones.

Es particular el juicio que usa, el criterio para separar los unos de los otros, nosotros podríamos pensar que el criterio de Dios, puede ser la fidelidad, el cumplimiento de las normas y de los preceptos...

En cambio el Rey usa otro criterio, frente a situaciones humanas que desdibujan la humanidad como el hambre, la sed, la indigencia, la desnudes, la perdida de libertad se salvan aquellos que optaron por comprometerse y empeñarse en favor de la humanidad.

Podemos escuchar todo el discurso de Jesús, primero les reclama a sus seguidores que se empeñen con sus talentos a dar frutos, un frutos que estén en la línea de la plena humanización.
Escuchamos el silencio de la gente... un silencio que es “salud”, que escucha atentamente...

Miramos lo que hacen los personajes
La gente escucha atentamente, reflexionando en si mismos, haciendo memoria de cuantas veces hicieron algo para con sus hermanos

Miramos a Jesús, el no es sólo un predicador, sino también aquel que dice lo que hace y funda lo que dice en aquello que hace, dió de comer a tantos hombres y mujer, calmó su ser, recibió al que fue rechazado, visitó a quien estaba preso

Pensamos en nosotros mismos
La propuesta de Jesús, no es solamente ideológica, es sobre todo un hacer y un realizar concreto...
El mismo Jesús invita a aquellos que lo quieran seguir, un programa que el mismo llevo a cabo, pero sobre todo invita a sus seguidores a trabajar con él, codo a codo, a transitar esos caminos de la vida donde la humanidad se desdibuja para ayudar a los hombres, a todos los hombres a recuperar la vida plena que el Padre les promete.
Esta tarea es de estar con Él en el trabajo para estar con Él en la Gloria del Reino de Dios.

EXAMEN DE LA ORACIÓN:
Preguntas que pueden ayudar:
¿Cómo comencé a rezar?
¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?
¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)
¿Cómo termine?
¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí?

martes, 8 de noviembre de 2011

Domingo 33

P. Oscar Calvo sj
La Preparación

Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios
Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Pido al Señor… lo que quiero
Conocer internamente al Señor para amarlo más y seguirlo mejor...
Pistas para la oración                Domingo 33 durante el año

Ant. Test.: Elogio de la mujer (y del varón) prudentes   ►Primera Lectura: Proverbios 31,10-31.

Una buena ama de casa, quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. El corazón de su marido confía en ella y no le faltará compensación. Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida. Se procura la lana y el lino, y trabaja de buena gana con sus manos. Es como los barcos mercantes: trae sus provisiones desde lejos. Se levanta cuando aún es de noche, distribuye la comida a su familia y las tareas a sus servidoras. Tiene en vista un campo, y lo adquiere, con el fruto de sus manos planta una viña. Ciñe vigorosamente su cintura y fortalece sus brazos para el trabajo. Ve con agrado que sus negocios prosperan, su lámpara no se apaga por la noche. Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Abre su mano al desvalido y tiende sus brazos al indigente. No teme por su casa cuando nieva, porque toda su familia tiene la ropa forrada. Ella misma se hace sus mantas, y sus vestidos son de lino fino y púrpura. Su marido es respetado en la puerta de la ciudad, cuando se sienta entre los ancianos del lugar. Confecciona telas finas y las vende, y provee de cinturones a los comerciantes. Está revestida de fortaleza y dignidad, y afronta confiada el porvenir. Abre su boca con sabiduría y hay en sus labios una enseñanza fiel. Vigila la marcha de su casa y no come el pan ociosamente. Sus hijos se levantan y la felicitan, y también su marido la elogia: "muchas mujeres han dado pruebas de entereza, pero tú las superas a todas!". Engañoso es el encanto y vana la hermosura: la mujer que teme al Señor merece ser alabada. Entréguenle el fruto de sus manos y que sus obras la alaben públicamente.

    -“Una buena ama de casa ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. El corazón de su marido confía en ella y no le faltan riquezas. Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida.
    -Adquiere lana y lino, y trabaja de buena gana con sus manos. Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Abre su mano al necesitado y extiende el brazo al pobre.
    -Engañoso es el encanto y fugaz la hermosura: la mujer que respeta al Señor merece ser alabada.
    -Entréguenle el fruto de sus manos y que sus obras la alaben públicamente (en la plaza)”.

-Hoy podemos leerlo en lenguaje “no sexista” (como corresponde a nuestra espiritualidad cristiana actual, ya que los Proverbios son de otra cultura, de hace más de 2000 años):
    “Un hombre y una mujer valiosos ¿quién los encontrará? Son más preciosos que las perlas; se hacen el bien entre ellos y nunca el mal, todos los días de su vida; abren su boca con sabiduría, su lengua enseña con amor; se levantan sus hijos para felicitarlos”...
      ► Respecto a mi matrimonio, noviazgo (y/o también a mi relación con amigas/amigos más cercanos): en ambiente de oración-unión con el Señor, hacer un examen-balance realista-sincero y esperanzado.
    ¿Con qué cualidades descritas en esta lectura bíblica me identifico y quiero seguir progresando? ¿Y qué aspectos personales quiero adquirir, y cuáles proyecto ir desechando? 

Nuevo Testamento: Parábola de los talentos  ►Evangelio: Mt 25,14ss.

    “Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos es como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y a otro uno, según su capacidad; y después partió.
    Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. ‘Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado’. ‘Está bien, servidor bueno y fiel’, le dijo su señor; ‘ya que respondiste en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor’”.
    - El Señor no quiere personas inactivas, miedosas y pasivas. Espera que arriesguemos, que salgamos de la seguridad de nuestros pensamientos, y apostemos al crecimiento y a la vida. Así, empezamos a “participar del gozo del Señor”, ya desde ahora.
    - Pero no se trata de que siempre andemos con un aire de “triunfadores natos” que buscan el éxito por sí mismo, ya que, a menudo, el poder de Dios se muestra en nuestras flaquezas, en nuestras búsquedas, e incluso, fracasos, como dijo Jesús a Pablo: “Mi gracia te basta; porque mi poder triunfa en la debilidad”, 2Cor 12,9.
    - Además, el Señor nos valora, así tengamos cinco, dos o un talento. Pero todos tenemos, al menos, “una moneda de oro”:
    “Tienes más cualidades de lo que tú mismo crees. Pero para saber si son de oro bueno las monedas, hay que hacerlas rodar, hacerlas circular. Gasta tu tesoro”.    Dr. Gregorio Marañón
► Hacer un breve recuento de las cualidades-talentos. A nivel de mi inteligencia teórica y/o práctica; de mi afectividad (relación cálida con los demás, empezando por mi pareja, familiares, amigos...); de mi sensibilidad (sentirnos afectados -hasta emocionados- con repercusiones corporales a través de los sentidos, ante un paisaje, una música, una situación personal/social que nos enternece, indigna...); de mi voluntad (capacidad de tomar decisiones, de perseverar en algún proyecto...).            
► ¿Y esas cualidades: ¿están también al servicio de los demás?

Hablo Con Dios
La contemplación es también momento de encuentro, puedo cerrar mi oración hablando con Dios Padre  o dialogando con Jesús acerca del Reino... así como también acerca de lo que necesitamos y de lo que podemos ofrecerle... podemos hablarle de nuestros temores, o de nuestra alegría... podemos pedirle su espíritu para poder vivir la vida que nos regala  Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.

El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes.
A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida,el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco.
De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos,18 pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor.
Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores.
El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. 'Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado'.'Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'.
Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: 'Seńor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado'. 'Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'.
Llegó luego el que había recibido un solo talento. 'Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: aquí tienes lo tuyo!'.
Pero el señor le respondió: 'Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses.
Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes'.

Formación


4. HACERSE CONCIENTE DE LOS PENSAMIENTOS
Hay dos tipos de movimientos interiores (mociones): "unas buenas a las que hay que recibir y aceptar y otras malas que hay que rechazar" (EE 313). Estas mociones mueven interiormente y en sentido contrario. Estos movimientos interiores vienen acompañados de "pensamientos". Por eso dice san Ignacio: "reconozco en mí tres tipos de pensamientos: uno propio mío, que proviene de mi libertad y querer; y otros dos que provienen de fuera: uno del buen espíritu y otro del malo" (EE 32).

Pido la gracia de poder ver lo que sucedió en la oración.
Describo qué pensamientos acompañaron mis sentimientos durante la oración. Estos pensamientos pueden ser: recuerdos, ideas, deseos, frases, imágenes ... Hago un gráfico de mi oración, donde identifico los sentimientos y los pensamientos.



Pensamiento1: Un deseo: “Quiero rezar y encontrarme con Dios”
Pensamiento 2: una imagen: “me imagino que estoy a los pies de Jesús y él me enseña a orar
Pensamiento 3: un recuerdo “me acuerdo de un problema que me preocupa”
Pensamiento 4: una imagen: “me veo el inutil de siempre porque no podré resolverlo
Pensamiento 5: una frase “se me cruza en la cabeza que no tengo remedio y no voy a cambiar nunca”
Pensamiento 6: un recuerdo: “me acuerdo de María que ella siempre me ayuda, la siento como Madre”
Pensamiento 7: una idea: “se me viene a la cabeza 'yo estaré con ustedes todos los días...” y pienso que a pesar de mis miserias Jesús me quiere para su proyecto
Pensamiento 8: un deseo: “me bien con mucha fuerza el deseo de estar muy unido a Jesús

martes, 1 de noviembre de 2011

Bienaventuranzas – Camino de humanización desde la fe

Hna. Silvinas Pagura fi
La Preparación
Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…
Presencia de Dios
Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Leo el texto a contemplar                                 Mt.5,1-12
Bienaventuranzas – Camino de humanizaciòn desde la fe

“Jesús, al ver a toda esa muchedumbre, subió al monte. Allí se sentó y sus discípulos se le acercaron. Comenzó a hablar, y les enseñaba así:
FELICES los que tiene espíritu de pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
FELICES los que lloran, porque recibirán consuelo.
FELICES los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
FELICES los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
FELICES los compasivos, porque obtendrán misericordia.
FELICES los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.
FELICES los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.
FELICES los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de Dios.
DICHOSOS ustedes cuando por causa mía los maldigan, los persigan y les levanten toda clase de calumnias.
Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así trataron a los profetas que hubo antes que ustedes”
Me imagino el lugar…
Jesùs sube al monte donde esta lleno de gente, todo tipo de personas acudìan a El.

Pido al Señor… lo que quiero
Señor que te conozca internamente, para que conociéndote cada día más te pueda amar más y seguir mejor.

Para la oración
El texto de la liturgia de hoy nos propone el texto de las Bienaventuranzas que seguramente lo hemos rezado y escuchado muchas veces, pero el contexto en el que lo leemos hoy es en la festividad de todos los santos. Podríamos preguntarnos ¿qué relación tiene este texto con la propuesta de santidad?
En primer lugar, sería interesante rescatar el contexto en el que se da esta enseñanza de Jesús. El Evangelio de Mateo nos narra previamente que a Jesús “acudían todos los enfermos, los aquejados por males y dolencias diversas, los endemoniados, y paralíticos y él los sanaba. Lo seguía un gentío inmenso de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y del otro lado del Jordán” (Mt.4,24-25) Esa es la muchedumbre que Jesús está mirando cuando sube al monte, es el pueblo sufriente, dolido y universal, porque venían de las regiones más variadas.
Las palabras de Jesús resuenan de manera muy diferente si lo contextualizamos en ese monte lleno de gente que está viviendo en carne propia lo que es ser pobre, llorar y sufrir, ser paciente, tener hambre y sed de justicia, ser compasivo, tener corazón limpio, trabajar por la paz, ser perseguido y sufrir calumnias. No es un discurso de lo que “deberían ser”, sino que les habla de su propia realidad, de lo que ellos ya están viviendo.
Podríamos preguntarnos entonces ¿de qué les sirve escuchar a Jesús que les promete felicidad pero en el reino de los cielos, si su sufrimiento es aquí y ahora? Muchas veces hemos interpretado este texto pensando que las palabras Reino de los cielos o Reino de Dios hacen alusión a una realidad que viviremos cuando nos morimos. Pero el pueblo judío, por respeto a Dios, no podía nombrarlo, por eso se lo designaba con otras palabras como reino de los cielos, reino de Dios. Por tanto, no se trata de una recompensa que tendremos después de la muerte, en el cielo, sino del Reino de Dios que llega a nosotros en esta tierra con la proclamación de Jesús.
Desde aquí cobra otro significado mucho más profundo el mensaje de las bienaventuranzas, porque no se trata de sufrir en esta tierra que ya tendremos los beneficios en el cielo; sino de ser capaces de acoger las limitaciones, el dolor, la persecución, etc. con una mirada de fe, que nos posibilite atravesar las situaciones de la vida cotidiana, las que vienen con nuestra propia finitud humana; y hacerlo con una mirada transparente, esperanzada, que es capaz de descubrir la presencia de Dios allí donde todo humanamente nos dicta muerte y desesperanza.
El mensaje de las Bienaventuranzas en el día de todos los santos tiene mucho para decirnos, porque los santos fueron personas “humanas”, acogieron su humanidad y limitaciones y pudieron descubrir “en ellas” y no “a pesar de ellas”, la mano y la presencia de Dios en sus vidas y en la historia.
Todos estamos llamados a ser santos por el bautismo, y ser santos es ser profundamente humanos, capaces de conmovernos con el dolor propio y ajeno, pero sin quedarnos en él, sino descubriendo que Dios está presente en ello y que con su gracia podemos ser FELICES con todas las limitaciones que la vida misma nos presenta. Es creer profundamente aquello de San Pablo que “llevamos un tesoro en vasos de barro”, no como quien desprecia el barro del que fuimos formados, sino como quien da gracias porque nuestro barro es el que nos permite reconocer el tesoro que llevamos dentro.
Todos deseamos ser FELICES, y en estos tiempos son numerosas y atractivas las propuestas que se nos presentan de todas partes: muchos nos hablan de una alegría que se puede obtener con el dinero, el éxito y el poder. Sobre todo nos hablan de una alegría que coincide con el placer superficial y efímero de los sentidos.  Pero las Bienaventuranzas nos proponen un camino de una felicidad diferente, perdurable, que no se esfuma con los acontecimientos porque está sustentada en el hecho de CREER que Dios está presente en nuestra vida, en cada hermano.
Y es una felicidad que lleva al compromiso, como bien nos enseñan los santos, nos mueve a trabajar por la paz, a tener hambre y sed de justicia, a ser compasivos, a ser “muy otros” sin dejar de ser “nosotros mismos”. Porque cuando Dios alberga el corazón de cada ser humano y sabemos darle cabida, va impregnando nuestros criterios, nuestra forma de ver la vida, nuestra manera de relacionarnos, nuestro trabajo, nuestro estudio, nuestras relaciones.
Como bien lo expresa el Padre Arrupe, sj en esa oración tan bonita donde supo dejar reflejado lo que es vivir en santidad como cristiano.
Reflexiono para sacar provecho

ENAMÓRATE
No hay nada más práctico que encontrar a Dios.
Es decir, enamorarse profundamente y sin ver atrás.
Aquello de lo que te enamores,
lo que arrebate tu imaginación, afectará todo.
Determinará lo que te haga levantar por la mañana,
lo que harás con tus atardeceres, cómo pases tus fines de semana,
lo que leas, a quién conozcas, lo que te rompa el corazón,
y lo que te llene de asombro, alegría y agradecimiento.
Enamórate, permanece enamorado, y eso lo decidirá todo.

Pedro Arrupe, sj


Hablo Con Dios
La contemplación es también momento de encuentro, puedo cerrar mi oración hablando con Dios Padre  o dialogando con Jesús acerca del Reino... así como también acerca de lo que necesitamos y de lo que podemos ofrecerle... podemos hablarle de nuestros temores, o de nuestra alegría... podemos pedirle su espíritu para poder vivir la vida que nos regala  Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.

EXAMEN DE LA ORACIÓN:
Preguntas que pueden ayudar:
¿Cómo comencé a rezar?
¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?
¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)
¿Cómo termine?
¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí?

Formación: Distingo los sentimientos

3. DISTINGO SENTIMIENTOS
Pido luz a Dios. Recuerdo lo que pasó en la oración. Distingo los sentimientos. Los identifico, les pongo nombre, ya que al nombrarlos podré conocerlos y ser libre frente a ellos. Describo la cronología de los sentimientos, en forma precisa. Me guío con la lista de sentimientos, los escribo, subrayo y los marco. Lo ubico en el gráfico distinguiendo consolación y desolación:

Lista de sentimientos ( la lista es incompleta! )
16. Inflamarse en amor a Dios
15. Caridad.
14. Fe. Esperanza
13. Alegría. Plenitud. Profundidad
12. Entusiasmo. Fuerza.
11. Confianza. Seguridad.
10. Libertad.
9.  Concentración. Atención.
8.  Ánimo.
7.  Gozo. Dulzura.
6.  Claridad. Sencillez.
5.  Agilidad. Interés
4.  Serenidad. Pacificado.
3.  Pureza. Bondad.
2.  Tranquilidad. Calma.
Linea 0-----------------------------------------------------------------------------------------Linea 0
1.  Paz. Quietud.
1. Preocupación. Inquietud.
2. Turbación. Angustia.
3. Intranquilidad. Miedo.
4. Sequedad. Pereza.
5. Depresión. Tibieza.
6. Oscuridad. Duda.
7. Aplastamiento. Indiferencia.
8. Aceptación. Rebeldía.
9. Desconfianza. Inseguridad.
10. Desánimo. Frialdad.
11. Aburrimiento. Debilidad.
12. Tristeza. Amargura.
13. Vacío. Superficialidad.
14. Incredulidad. Desesperanza.
15. Odio. Resentimiento
16. Como separada de Dios

Grafico







 ¿Qué es la Consolación y la Desolación espiritual?

316     3ª regla. Consolación espiritual: llamo consolación cuando en el alma se produce alguna moción interior, con la cual viene el alma a inflamarse en amor de su Creador y Señor, y cuando como consecuencia, ninguna cosa criada sobre la faz de la tierra puede amar en sí, sino en el Creador de todas ellas. También es consolación cuando derrama lágrimas que la mueven a amar a su Señor, sea por el dolor de sus pecados, o por la pasión de Cristo nuestro Señor, o por otras cosas ordenadas derechamente a su servicio y alabanza. Finalmente, llamo consolación todo aumento de esperanza, fe y caridad y toda alegría interna que llama y atrae a las cosas celestiales y a la propia salud del alma, aquietándola y pacificándola en su Creador y Señor.

317    4ª regla. La cuarta, de desolación espiritual. Llamo desolación todo lo contrario de la tercera regla; así como oscuridad del alma, turbación en ella, inclinación por las cosas bajas y terrenas, inquietud de varias agitacio­nes y tentaciones, moviendo a desconfianza, sin esperan­za, sin amor, hallándose el alma toda perezosa, tibia, triste y como separada de su Creador y Señor. Porque así como la consolación es contraria a la desolación, de la misma manera los pensamientos que salen de la consolación son contrarios a los pensamientos que salen de la desolación.

viernes, 21 de octubre de 2011

No hacen lo que dicen

La Preparación                                                        
Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…
Presencia de Dios                                                    
Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.
Leo el texto                                                   Mt. 23, 1-12
[1] Entonces Jesús habló tanto para el pueblo como para sus discípulos: [2] «Los maestros de la Ley y los fariseos han ocupado el puesto que dejó Moisés. [3] Hagan y cumplan todo lo que ellos dicen, pero no los imiten, porque ellos enseñan y no practican. [4] Preparan pesadas cargas, muy difíciles de llevar, y las echan sobre las espaldas de la gente, pero ellos ni siquiera levantan un dedo para moverlas. [5] Todo lo hacen para ser vistos por los hombres. Miren esas largas citas de la Ley que llevan en la frente, y los largos flecos de su manto. [6] Les gusta ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos reservados en las sinagogas. [7] Les agrada que los saluden en las plazas y que la gente los llame Maestro. [8] Lo que es ustedes, no se dejen llamar Maestro, porque no tienen más que un Maestro, y todos ustedes son hermanos. [9] No llamen Padre a nadie en la tierra, porque ustedes tienen un solo Padre, el que está en el Cielo. [10] Tampoco se dejen ustedes llamar Guía, porque ustedes no tienen más Guía que Cristo. [11] El más grande entre ustedes se hará el servidor de todos. [12] Porque el que se pone por encima, será humillado, y el que se rebaja, será puesto en alto.

No hacen lo que dicen...

La enseñanza de Jesús se orienta en esta misma dirección y pone en jaque las pretensiones de tantas personas que preocupándose por la ortodoxia descuidan los principios elementales de la justicia.
La catequesis se ha preocupado durante largo tiempo por transmitir la doctrina correcta. Por esto, se hace énfasis en aprender los diez mandamientos, los sacramentos, los siete dones del Espíritu Santo y sus catorce frutos y otras muchas tradiciones. Este interés catequético es legitimo e incuestionable. Sin embargo, es necesario preguntar: ¿la
catequesis que se preocupa tanto por la «doctrina correcta», la llamada «ortodoxia», se preocupa igualmente por la práctica correcta, la llamada «ortopraxis»?
El evangelio de Mateo es directo y tajante. Nos pide aceptar la ortodoxia pero siempre y cuando esté basada y fundamentada en la ortopraxis, es decir, en la práctica de la justicia. Pues, anunciar las doctrinas correctas, que todo el mundo acepta, es muy fácil. Lo difícil es practicarlas. Por eso, urge más revisar nuestras prácticas catequéticas que los sistemas doctrinales.
Durante mucho tiempo nuestra catequesis se limitó, en gran parte, a memorizar preceptos, doctrinas y fórmulas. El evangelio nos pide que, sin olvidar todo esto, nos preocupemos de realizar lo que ellas proponen. Lo fundamental de toda la doctrina cristiana, contenida en el evangelio, es la práctica comunitaria de la caridad expresada en una exigencia irrevocable de justicia. La comunidad cristiana existe para enunciar buenas noticias a la humanidad. Se convierte ella misma en buena noticia cuando transforma las realidades de muerte en caminos hacia la vida en abundancia y no cuando se anuncia a sí misma.
Por esta razón, la catequesis no puede convertirse en una transmisión individual de contenidos religiosos, sino en una práctica pedagógica comunitaria. La comunidad sólo puede enseñar y aprender con el ejemplo y la participación de todos sus integrantes, sin distinción de sexo, edad u oficio ministerial. Pues, mientras se trate de practicar y enseñar la justicia nadie está eximido de ser catequista y nadie está excluido de ser catecúmeno.
Para la revisión de vida                                       
¿Merecería yo que se dijera de mí lo que Jesús dice de aquellos conciudadanos suyos: «Hagan ustedes lo que ellos dicen, pero no lo que hacen»?…
Creer lo que se dice. Predicar lo que se cree. Vivir lo que se es.
Para la reunión de grupo
- «No se dejen llamar maestros, ni padres ni jefes... el primero de ustedes, sea el servidor de todos»... Dejando aparte la aplicación literal de estas recomendaciones de Jesús, ¿qué presencia del afán de poder y de la incoherencia entre lo proclamado y lo vivido vemos en nuestra vida como Iglesia institucional, y en las estructuras eclesiásticas concretamente? Ejemplos y consideraciones.
- «Trabajábamos de noche y de día para no ser una carga para ninguno de ustedes». Es el tema de la economía en la evangelización, y en la Iglesia. Sin dinero, no se pueden hacer la mayor parte de las obras que se hacen en la Iglesia, en la vida de la comunidad cristiana, en la parroquia, en la evangelización. Pero si se introducen los salarios, el dinero puede acabar mercantilizando hasta lo más puro de la fe… ¿Será mejor hacer menos cosas en la Iglesia, pero que sean gratuitas, o que una Iglesia funcione muy bien, aunque todos los que trabajan en la Iglesia lo hagan por un salario?
Para la oración de los fieles
- Para que la Iglesia reinen siempre la unidad, la caridad mutua, el servicio de unos a otros, el estar siempre a disposición de los que nos necesiten. Oremos.
- Para que todas las personas y naciones de la tierra puedan servir a Dios en la paz, en la justicia y en la prosperidad. Oremos.
- Para que todas las personas que sufren en su cuerpo o en su espíritu encuentren esperanza en el amor de Dios Padre y consuelo en la solidaridad de los hermanos. Oremos.
- Para que conozcamos cada día más y mejor la Palabra de Dios y ella nos vaya renovando y transformando. Oremos.
- Para que todos los gobernantes sean conscientes de su condición de servidores del pueblo y cesen los autoritarismos, las dictaduras y las oligarquías. Oremos.
Oración comunitaria                                                
Dios, Padre nuestro, haz que nuestro corazón esté cada día más abierto a tu Palabra, para que nuestra vida sea cada vez más conforme a lo que Tú nos dices, y así caminemos siguiendo tus pasos y vayamos construyendo, con tu ayuda, tu Reino entre nosotros, hasta el día en que Tú nos lo regales en toda su plenitud. Por Jesucristo.
El Examen de la Oración                                         
En la dinámica de los Ejercicios Espirituales San Ignacio insiste mucho en el examen como una de las operaciones importantes en orden a lograr el fin de la experiencia que es ordenar la vida (buscar y hallar la voluntad de Dios)
En los Ejercicios presenta tres exámenes:
El GENERAL que sirve para mirar el conjunto del día y descubrir las llamadas de Dios. Este examen, hecho bien, va haciendo de la persona un contemplativo en la acción, es decir, una persona que trata de leer su vida desde la perspectiva de Dios, encontrándolo en todas las cosas, leyendo la historia de manera creyente.
El PARTICULAR, que ayuda mucho a tomar conciencia de las acciones que vamos haciendo sin darnos cuenta facilitando el camino del cambio.
El DE LA ORACIÓN que, de acuerdo con la 5ª adición de los Ejercicios, ayuda a tomar conciencia de lo que ha pasado en el momento de oración y de la huella que va dejando Dios en mi vida.
Que dice la 5ª adición  [EE 77]
"La quinta, después de acabado el ejercicio, por espacio de un cuarto de hora, sentado o paseándome, miraré como me ha ido en la contemplación; y si mal, miraré la causa de donde procede, y al descubrirla me arrepentiré, para enmendarme en adelante; y si bien, daré gracias a Dios nuestro Señor, y haré otra vez de la misma manera"

No se trata sólo de un examen de conciencia en orden a sentirse culpables y arrepentirse. Es algo mucho más trascendental. San Ignacio dice: "por espacio de un cuarto de hora"..."Miraré cómo me ha ido", por supuesto si me ha ido mal, es decir, si me he dejado llevar de esos condicionamientos en los que estoy inmerso y que en alguna manera puedo encauzar o modificar para que jueguen en mi favor ("la causa de donde procede"), deberé de enmendarme. Y por supuesto también, si me ha ido bien "dando gracias a Dios nuestro Señor".

Pero esta adición apunta a algo más: implica recoger y repasar los sentimientos que haya podido tener, apunta a que el ejercitante vaya encontrando su propio método de oración, lo cual es algo sumamente importante para toda la vida.
También es importante tomar nota de este examen, para que quede registrado lo que voy viviendo en cada una de las oraciones y de ese modo ir armando mi diario espiritual.

Preguntas que pueden ayudar:
1. ¿Preparé suficientemente la oración que acabo de realizar? Si no lo hice suficientemente y bien... ¿por qué?
2. ¿Dispuse todos los medios y ayudas que conozco para realizar  bien la oración?
3.El tiempo que estuve en oración ¿fue adecuado? ¿Me levanté antes del tiempo previsto?
4. ¿Me sentí realmente acompañado en la oración? ¿Fue un diálogo o un monólogo?
5. ¿Hay algunos puntos en los cuales sentí especialmente gusto al meditar? ¿Cuáles? ¿Algunos que quieras seguir gustando? ¿Cuáles?
6.¿Hay algunos puntos en los cuales sentí especial dificultad o repugnancia al orar? ¿Cuáles?
7.¿Que me estaba intentando decir el Señor en todo esto?

martes, 11 de octubre de 2011

Espiritualidad

Raúl González SJ

Espiritualidad

¿Qué es la Espiritualidad Ignaciana? ¿Cómo se conjuga esta espiritualidad ignaciana con la pastoral Juvenil? ¿Cómo es una espiritualidad juvenil? ¿Podemos hablar de una espiritualidad Ignaciana juvenil?

Estos son algunos de los interrogantes que nos planteamos en el momento de tratar de definir, aclarar y entender qué es esto de la Espiritualidad Ignaciana.

Probaremos seguir este recorrido para clarificar nuestras dudas. Primero intentaremos comprender qué entendemos por Espiritualidad; luego pasaríamos a tratar el tema de Espiritualidad Ignaciana, y por último trataremos de clarificar qué entendemos por Espiritualidad Juvenil Ignaciana.

Espiritualidad

La espiritualidad más que ser un conjunto de conceptos teóricos que nacen de la revelación, se identifica más con la praxis cristiana.

El diccionario la define así

Espiritualidad: f. 1.- Naturaleza y condición de lo que es espiritual: su espiritualidad le llevó a donar todos sus bienes a fundaciones benéficas. // Inclinación de alguien hacia lo espiritual e inmaterial: su espiritualidad le llevó al éxtasis religioso. // Conjunto de creencias y actitudes que caracterizan la vida espiritual de una persona o de un grupo de ellas: la espiritualidad cristiana es diferente a la islámica.1


Pero para nosotros, la espiritualidad es mucho más que esto, tiene que ver con el modo de vivir la Fe, situándonos así en el campo de la “practica de la Fe”. Una primera aproximación podría ser: la espiritualidad es el modo en como el creyente vive su Fe.

En la vida de la iglesia este concepto resultó escaso, al punto que muchos redujeron la espiritualidad a un conjunto de practicas religiosas y de algunas actitudes a asumir. Esta comprensión reductiva de la espiritualidad, sólo dejaba que unos pocos pudiesen practicarla.

La espiritualidad no es un aspecto marginal de la existencia cristiana, es un estilo de vida y la auto-conciencia refleja de ese estilo2.

Entonces, cuando hablamos de espiritualidad, nos estamos refiriendo, a un estilo de vida y sobre todo a la formación de la identidad re-significada y organizada alrededor de Jesucristo y su mensaje.

Espiritualidad Ignaciana

Ahora no es difícil inferir que espiritualidad Ignaciana, tiene que ver con la experiencia de Ignacio de Loyola y su proceso de identificación con el Señor Jesús, el Eterno Señor de todas las cosas3 y la formación de la propia identidad creyente.

Por eso la espiritualidad Ignaciana mira a dos fuentes fundantes, los Ejercicios Espirituales, la vida misma de Ignacio, modo de vivir y de proceder de los ejercicios;y la propia existencia.

A diferencia de otras espiritualidades que toman como arquetípica la vida del fundador de dicha espiritualidad, la espiritualidad ignaciana mira de la vida de Ignacio el modo cómo Dios lo transformó y se dejó transformar. La espiritualidad Ignaciana se centra en ese modo, asegurando así la continuidad con la tradición espiritual y sin negar al mismo tiempo la propia identidad, respetando así mismo uno de los principios básicos de la misma espiritualidad, la adaptación según tiempos, lugares y personas.

El proceso interior de San Ignacio

El Camino Ignaciano, comienza con una “bombarda”, una bala de cañón que no sólo destroza la pierna de Ignacio, sino que lo pone en un camino del todo particular. En su convalecencia, se hace consciente de la variedad de espíritus que experimenta y se gesta un gran deseo :Ser Santo y con un fuerte proceso de conversión.

Ignacio, concibe la Santidad como servicio a Dios, este servicio al principio se expresa de manera indiscreta, pero en Manresa, adquiere los fundamentos de lo que después se plasmará en el libro de los ejercicios espirituales y es el núcleo de la Espiritualidad ignaciana, el discernimiento; allí también nace su deseo de “ayudar a las almas”.

Él mismo comentando su experiencia dice: en este tiempo le trataba Dios de la misma manera que trata un maestro de escuela a un niño, enseñándole.

Ignacio va creciendo en “sabiduría”, en discernimiento, llegando a la madurez entendiendo que en el centro está cumplir la voluntad de Dios con los deseos de Dios4

Conocer la voluntad de una persona, si no se quiere sólo obedecer exteriormente, significa vincularse con ella.

Conocer la voluntad de Dios es conocerlo, por eso el crecimiento en el discernimiento conlleva un crecimiento en la intimidad con Dios. En realidad cuanto más se ama, más se conoce y mejor se discierne. En definitiva se convierten en dos voluntades que comparten un mismo proyecto, un mismo amor y se comunican para obrar.

Rasgos característicos

La Espiritualidad Ignaciana, podríamos definirla, como espiritualidad experiencia. En ella reconocemos las siguientes dimensiones:

1.- Dimensión Trinitaria 2.- Dimensión Cristológica

3.- Dimensión Eucarística 4.- Dimensión eclesial

5.- Dimensión histórica o “encarnatoria”

Entrar en la dinámica de la Espiritualidad ignaciana, es entrar en el corazón del misterio de nuestra fe, desde el evento de la encarnación, donde Dios realiza su plan de redención; es decir que es una espiritualidad con una fuerte tendencia a una humanización plena; pero también la espiritualidad ignaciana invita a quienes la practican a convertirse en colaboradores con el proyecto de Dios, en su iniciativa de “hacer redención” [EE 107] en el mundo y la historia, lugar donde Dios opera su redención.

Por otra parte la Espiritualidad Ignaciana, hace que quién la practique se convierta en colaborador de la misión de Cristo, en su misión reconciliadora y en su tarea de establecer relaciones justas.

6.- Dimensión mística o “afectiva

Espiritualidad juvenil ignaciana

Espiritualidad de la identificación

Una espiritualidad juvenil ignaciana, tiene que ver con un fuerte proceso de construcción de la identidad en un proceso de identificación con el Eterno Señor de todas las cosas.

La identidad es el modo como una persona se relaciona con el mundo de un modo responsable y crítico; sus valores, sus actitudes, sus acciones pasan a través del filtro de esta identidad que lo ligan y lo diferencia del mundo.


Espiritualidad de la vida cotidiana

Por eso en el centro de la Espiritualidad esta la “vida cotidiana” lugar donde su opera la redención del genero humano y espacio donde esta llamado a colaborar.


Espiritualidad de la búsqueda de la voluntad de Dios (llamados)

Pero también tiene una fuerte componenda de búsqueda de la voluntad de Dios, elemento fundante de la identidad cristiana (e ignaciana). Esta búsqueda se desarrolla en la dinámica llamados-elegidos tan propia de esta espiritualidad.


Espiritualidad del Reino

Por otra parte, la espiritualidad Ignaciana, compromete al sujeto y lo “enrola” bajo la Causa de Jesús, el Reino de Dios.

Reino de Dios es el reconocimiento de la soberanía de Dios sobre el hombre y sobre la historia, al punto que es posible confesar que solo en Dios es posible poseer la vida y la felicidad. Este Dios, del cual proclamamos su señoría absoluta, es todo para el hombre. Él quiere un futuro significativo para el hombre y hace de la vida y de la felicidad del hombre su Gloria.

El hombre reconoce al Señor cuando se empeña en promover la vida verdadera y la esperanza: allí asegura la gloria de Dios.


Espiritualidad que colabora en establecer relaciones justas

En un mundo rasgado por la violencia, las luchas y la división, también nosotros somos llamados, junto con otros , para llegar a ser instrumentos de Dios, que “estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle cuenta de sus pecados” (2Cor.5,19) Esta reconciliación nos llama a construir un nuevo mundo de relaciones justas... superando todas las divisiones...5


Espiritualidad para la misión

Por último, la Espiritualidad Ignaciana conforma en las personas un modo nuevo de ver la vida y la historia. Ellas se convierten en el lugar donde realizar la misión a la cual Cristo nos envía.

1Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe

2Diccionario de Pastoral Juvenil

3EE.EE 98

4Diccionario de Espiritualidad Ignaciana, espiritualidad ignaciana

5Congregación General 35, decreto 3, numero 16

Domingo 29 durante el año

R.P. Oscar calvo

La Preparación

Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios

Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.


Leo el texto Domingo 29 (durante el año)

Antiguo Testamento: Yahvé y los aconteceres políticos

►Primera Lectura: Is 45,1.4-6.

“Así habla el Señor a su ungido, a Ciro, a quien tomé de la mano derecha, para someter ante él a las naciones y desarmar a los reyes, para abrir ante él las puertas de las ciudades, de manera que no puedan cerrarse.

Por amor a Jacob, mi servidor, y a Israel, mi elegido, yo te llamé por tu nombre, te di un título insigne, sin que tú me conocieras. Yo soy el Señor, y no hay otro, no hay ningún Dios fuera de mí. Yo te hice empuñar las armas sin que tú me conocieras, para que se conozca, desde el Oriente y el Occidente, que no hay nada fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro”.


-Aspecto novedoso. Aunque Ciro no conoce a Yahvé, el Señor, por amor a su pueblo en el exilio, llega a llamarlo “su ungido” (=Mesías); y considera que la caída de Babilonia y el permiso del rey para que los judíos vuelvan a su patria, de alguna manera son frutos de la voluntad divina.


► Además de lo mío, ¿me interesa discernir “los signos de los tiempos”, es decir: el hecho de que Dios actúa dentro de la historia a través de-y a pesar de personajes y acontecimientos... aunque respetando la libertad humana?

¿O vivo muy encerrado/a en mis propios problemas, desinteresado/a del agitado mundo actual… sin caer en la cuenta de que el ambiente general repercute necesariamente en mi vida personal?


Nuevo Testamento: Jesús ante lo político

►Evangelio: Mt 22,15-21.

“Los fariseos se reunieron para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones. Y le enviaron a varios discípulos con unos herodianos, para decirle:

Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie.

Dinos qué te parece: ¿está permitido pagar el impuesto al César o no?

Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa? Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto.

Ellos le presentaron un denario. Y él les preguntó: ¿de quién es esta figura y esta inscripción? Le respondieron: del César. Jesús les dijo: den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”.


-Enfoque innovador. Jesús respeta a la autoridad política: “Al César lo que es del César…”. Pero le pone límites, pues quien gobierna no debe invadir el ámbito de las convicciones religiosas y el núcleo de la conciencia personal: “… y a Dios, lo que es de Dios”.

► ¿Caigo en la cuenta de que la política (como la ciencia, la tecnología, las artes...) tiene sus leyes, su autonomía... y que requiere mi compromiso? “Los argentinos debemos dar el paso de habitantes, que hacen uso de la Nación, sólo buscan beneficios y exigen derechos... a ciudadanos responsables, que construyen la Nación, porque además de exigir sus derechos, cumplen sus deberes”.Episcopado, 2008
► ¿Cómo vivo mi fe cristiana? Desde la fe y confianza en Dios y en mí mismo/a: ¿sé ir manejando mis conflictos personales, y soy capaz de “poner la oreja” a los problemas ajenos: de familiares, de amigos, compañeros?
“Los cristianos somos portadores de buenas noticias para la humanidad y no profetas de desventuras”.Reunión de Aparecida (Brasil), 2007

Hablo con Dios

Puedo cerrar mi oración hablando con Dios Padre o dialogando con Jesús acerca del Reino... así como también acerca de lo que necesitamos y de lo que podemos ofrecerle...Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.

EXAMEN DE LA ORACIÓN:

Preguntas que pueden ayudar:

¿Cómo comencé a rezar?

¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?

¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)

¿Cómo termine?

¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí?

martes, 4 de octubre de 2011

Este es nuestro Dios

Hna. silvina Pagura F.I.

La Preparación

Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios

Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Leo el texto

Las lecturas propuestas por la liturgia para el domingo son una manifestación del Dios al que seguimos los cristianos y una invitación a poder ponernos en sus manos, sabiendo que Él siempre nos sostiene y acompaña.


Yavé de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este cerro, una comida con jugosos asados y buenos vinos, un banquete de carne y vinos escogidos.

En este cerro quitará el velo de luto que cubría a todos los pueblos y la mortaja que envolvía a todas las naciones.

Y así destruirá para siempre a la muerte. El Señor Yavé enjugará las lágrimas de todos los rostros; devolverá la honra a su pueblo, y a toda la tierra, pues así lo ha determinado Yavé.

Entonces dirán: miren, éste es nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara. Éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos alegramos porque nos ha salvado, pues la mano de Yavé se nota en este cerro”

Is.25,6-10ª


El profeta Isaías nos invita a contemplar en primer lugar a un Dios Padre-Madre, capaz de prepararnos un banquete para todos los pueblos.

Así como una madre prepara la mesa para sus hijos, o como una comida de familia, donde estamos todos y la mesa familiar nos congrega, una mesa donde entran todos, porque Dios incluye a todos, sin miramientos.

La imagen que usa Isaías es la de un gran banquete, signo de fiesta, alegría y diversión, porque nuestro Dios es alegría.

Isaías nos propone junto a la imagen del banquete, un Dios que vence para siempre la muerte, que enjugará nuestras lágrimas, devolverá la honra a su pueblo. Nuestro Dios es un Dios compasivo, capaz de dolerse con nuestro sufrimiento y conmoverse hasta lo más hondo con nuestro dolor. Nos muestra un Dios que es ternura y amor, que es capaz de enjugar nuestras lágrimas.

Y ante la promesa de Dios, el eco de la respuesta que exclama: “miren, éste es nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara, en quien confiábamos”… y luego la alegría de saberse salvado/a y de percibir la mano de Dios que conduce.


Propuestas para rezar el texto:

  1. Puedo recordar una gran fiesta de familia, amigos… un banquete donde nos reunimos todos los seres queridos, con gran alegría y júbilo; pensar que Dios está allí ¿en qué gestos, palabras o personas lo encuentro?

  2. Quizás en mi momento personal necesito que Dios seque mis lágrimas, puedo imaginarme en su presencia y dejar que Él me consuele, me reanime y me devuelva la Vida, le expreso lo que hay en mi corazón.

  3. El banquete de Dios es para TODOS, puedo hablarle a Dios sobre el dolor que siento a veces de ver que no todos gozan de la mesa, del pan de cada día, de los derechos básicos que deberíamos gozar por ser personas e hijos de Dios. Me dejo conmover por la injusticia y le presento a Dios las personas que conozco que son víctimas de esa desigualdad. Me pregunto, desde mis estudios, o desde mi trabajo ¿qué hago yo, por más pequeño que sea, para que esta mesa sea para todos?


Sé pasar privaciones, como vivir en abundancia. Estoy entrenado para cualquier momento o situación: estar satisfecho o hambriento, en la abundancia o en la escasez. Todo lo puedo en Aquel que me fortalece.

Sin embargo, hicieron bien al compartir mis pruebas. Estoy seguro, que mi Dios proveerá a todas las necesidades de ustedes, según su riqueza y su generosidad en Cristo Jesús. Gloria a Dios, nuestro Padre, por los siglos de los siglos. Amén”


Flp.4, 12-14.19-20


En la carta de San Pablo a los Filipenses, expresada con un lenguaje sencillo, franco y sincero, desde el corazón, Pablo se muestra tal cual es ante la comunidad que supo acogerlo en diversos momentos y con la cual tenía una entrañable relación. En el momento en que escribe esta carta se encuentra preso.

Desde esa situación existencial que atraviesa Pablo en prisión estas palabras resuenan en nosotros de una manera provocativa.

Pasar privaciones o abundancia, satisfecho o hambriento, en abundancia o escasez... Vida larga que corta, salud que enfermedad, riqueza o pobreza diría San Ignacio… Y todo esto es posible porque TODO LO PUEDO EN AQUEL QUE ME FORTALECE.

Pablo sabe que en este camino no está solo, se siente acompañado por la comunidad que comparte sus pruebas y de ahí nace la petición de que Dios atienda sus necesidades y los asista, en una palabra los bendice (les dice el bien).


Propuestas para rezar el texto:

  1. Desde lo que hoy vivo ¿estoy dispuesto a decir lo de San Pablo, haciendo ofrenda a Dios de mi situación de vida por más difícil que se presente? Pido a Jesús la fortaleza, que me regale la experiencia y la certeza que “todo lo puedo en Dios que me fortalece”

  2. Puedo hacer memoria de los momentos de mi vida donde experimenté que Dios era esa roca que me salvaba, que aunque pasara por privaciones, o enfermedad, o sufrimiento, o muerte, etc. misteriosamente sentía que Dios estaba a mi lado y me daba fortaleza. Esa es la experiencia de fe, sentir que Dios nos conduce y nos sostiene aunque humanamente todo diga lo contrario. Doy gracias a Dios por esos momentos en mi vida que me ayudaron a madurar mi fe, haciéndome testigo para los demás.

  3. Rezar pausadamente, tomando conciencia de cada una de las palabras de la oración de ofrecimiento que propone San Ignacio en los Ejercicios Espirituales:

    Toma Señor y recibe, toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y poseer. Vos me lo diste, a vos Señor lo torno, todo es tuyo dispone de todo según tu voluntad, dame tu amor y gracia que ésta me basta”


EXAMEN DE LA ORACIÓN:

Preguntas que pueden ayudar:

¿Cómo comencé a rezar?

¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?

¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)

¿Cómo termine?

¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí?

martes, 27 de septiembre de 2011

La Viña

Raúl González SJ

La Preparación

Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios

Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Leo el texto a contemplar Mateo 21, 33-46


Los viñadores homicidas

Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero. Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos.
Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon. El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera.
Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: 'Respetarán a mi hijo'.
Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: "Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia". Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.
Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?". Le respondieron: "Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo".
Jesús agregó: "¿No han leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos? Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos".
Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír estas parábolas, comprendieron que se refería a ellos. Entonces buscaron el modo de detenerlo, pero temían a la multitud, que lo consideraba un profeta.

Me imagino el lugar…

La imagen de la viña, es una imagen muy bíblica, la viña es aquello que Dios ha querido cultivar, cuidar, dedicarle su tiempo y su esfuerzo y de la cual espera que de fruto a su tiempo.

Podemos imaginarnos la viña....

Pido al Señor… lo que quiero

Conocer internamente a Jesús, para amarlo más y seguirlo mejor.

1° Momento: Veo a los personajes de la escena

En esta parábola tenemos varios personajes:

Primero el dueño de la viña, podemos contemplar su figura, el dueño de la viña es aquel que ha comprado la vida, ha dedicado su esfuerzo y su dinero para que de fruto, es quien pone todos los medios posibles para hacer de su viña un espacio capaz de dar fruto. El dueño de la viña sabe de paciencia, es quien espera contra toda esperanza, con la certeza de que tantos esfuerzos no pueden sino dar frutos.

Después el evangelio nos presenta a los viñadores, ellos son los convocados por el dueño a involucrarse con el trabajo en la viña. El dueño de la viña espera que para su viña, los viñadores sean más que simples jornaleros, sino que puedan involucrarse efectiva y afectivamente a la viña.

Podemos preguntarnos ¿porqué los viñadores se comportan de esta manera? Ellos han dejado que sus ambiciones y su egoísmo llenaran sus corazones, haciéndoles olvidar que ellos son nada más que servidores y poniéndoles en el corazón el deseo de convertirse en malos dueños.


Reflexiono para sacar provecho

2° Momento: Escucho lo que hablan las personas.

Escuchamos a los viñadores, ciertamente ellos han soportado el peso de todo el trabajo, han cuidado de la viña, la han protegido de las adversidades climáticas y de las alimañas del campo... y creen que por esto tienen derecho de propiedad...

Cuando se enteran que va a venir el hijo del dueño del campo se dicen: "Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia".

La ambición hace que de trabajadores, pasen a ser homicidas, ellos son “cultivadores” de deseos de muerte.

Escuchamos al dueño de la viña: 'Respetarán a mi hijo'., en el interior del corazón del dueño, no está el deseo de venganza, sino el deseo que los viñadores escuchen, presten atención (esos es respeto en castellano).

Reflexionamos en nosotros mismos, en nuestra vida: ¿Dejamos que Dios nos envíe su Hijo o dejamos que la ambición y el poder sean nuestros máximos anhelos?


Reflexiono para sacar provecho


3°Momento: Miro lo que hacen…

Miramos cómo actúa el dueño de la viña, primero le confía su viña a los viñadores, la viña para el dueño es su vida, la razón de sus inversiones, aquello de quien espera estar orgulloso, y de la cual espera que de frutos, el dueño pone una gran confianza en los viñadores, para él no son simples trabajadores, sino aquellos que están dispuestos a compartir con el este proyecto.

El dueño de la viña, es aquel que no se cansa de enviar emisarios, no quiere la muerte de los malos viñadores, sino que se conviertan, que cambien, que recuperen la motivación y el entusiasmo del proyecto de la viña.

Hasta tal punto esta comprometido con su viña y con sus viñadores que es capaz de enviar a su hijo a hacer reflexionar y cambiar de actitud a los malos viñadores.

Los viñadores en cambio, se dejan cautivar por la ambición, pasan de ser servidores a creerse dueños... tienen una visión muy pobre del dueño, no se han dado cuenta que el dueño no los ha contratado sólo para trabajar, sino que fueron convocados, para participar del proyecto de la viña.

Cuando los horizontes de los viñadores, se reducen, cuando solo piensan en “ganancias” económicas y no son capaces de tener una mirada más amplia, ellos comienzan a albergar en su corazón la muerte, el asesinato, la destrucción.

Reflexiono para sacar provecho


Hablo Con Dios

La contemplación es también momento de encuentro, puedo cerrar mi oración hablando con Dios Padre o dialogando con Jesús acerca del Reino... así como también acerca de lo que necesitamos y de lo que podemos ofrecerle... podemos hablarle de nuestros temores, o de nuestra alegría... podemos pedirle su espíritu para poder vivir la vida que nos regala Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.




EXAMEN DE LA ORACIÓN:

Preguntas que pueden ayudar:

¿Cómo comencé a rezar?

¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?

¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)

¿Cómo termine?

¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí?



Para el trabajo en grupo:

Nos presentamos.

Comparte en tu grupo alguna experiencia donde Dios te ha enviado a su Hijo, a algún mensajero para hacerte caer en la cuenta de que algo necesitaba ser cambiado en tu vida.

Comparte alguna experiencia donde la ambición, la testarudez, o el tener horizontes pequeños, no te ha dejado aceptar la visita del “dueño de la viña” o de sus enviados.

¿Cuales son las actitudes que mejor te predisponen a recibir los enviados y el mensaje del dueño de la viña en tu vida?



miércoles, 21 de septiembre de 2011

LOS DOS HERMANOS

P. Salvador Verón SJ


La Preparación

Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios

Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Leo el texto a contemplar Mt. 21, 28-32

Ustedes, aún después de ver, no han creído:

28Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero,le dijo: "Hijo, vete hoy a trabajar en la viña."

Y él respondió:" No quiero", pero después se arrepintió y fue:30Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: "Voy, Señor", y no fue.

¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? - El primero - le dicen.

Díceles Jesús: En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios. 32Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las rameras creyeron en él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en él.


La conversión de aquellos que el sistema religioso considera pecadores debería ser una señal profética con el poder de arrastrar a todos hacia el camino del bien. Sin embargo, esto no es lo que ocurre. Cada sistema religioso organiza sus valores en escalas jerárquicas en las que cuenta más la posición que la propia conciencia. El profeta Ezequiel y el evangelio se refieren a esta terrible realidad: los que se consideran a sí mismos salvados son incapaces de cambiar su manera de pensar para abrirse a la acción de Dios. Los más ilustres representantes de la religión (sacerdotes judíos, fariseos, escribas, etc.) incurren en el pecado de la falsa conciencia religiosa, es decir en la pretensión injustificada de considerarse salvados por sus propios méritos y no por la gracia de Dios. Pablo nos presenta una aguda reflexión sobre este problema y nos llama la atención sobre aquellos elementos de discernimiento que nos permiten evaluar nuestras prácticas cotidianas a la diáfana luz del amor misericordioso y del servicio solidario.

La parábola que hoy nos propone Jesús, denuncia igualmente la falsa conciencia religiosa. La viña es la realidad del mundo, en la que el trabajo siempre es arduo y urgente. A esa viña el Padre envía a sus dos hijos. La respuesta de los dos es ambigua. Sin embargo, sólo el compromiso del que inicialmente se había negado al trabajo nos permite descubrir quién actúo coherentemente. De este modo Jesús denuncia a aquellos dirigentes y a todo el pueblo que públicamente se compromete a servir al Señor, pero que es incapaz de obrar de acuerdo con sus palabras. Actitud que contrasta con aquellos que aunque parecen negarse al servicio, terminan dando lo mejor de sí en la transformación de la viña.

Esta parábola plantea un dilema que pone al descubierto la praxis de sus oyentes y que, leída a la luz de los acontecimientos de la época de Jesús nos muestra cómo los que eran considerados pecadores por el aparato religioso eran, en realidad, los únicos atentos a la voz del profeta. La conversión no es un asunto de solemnes proclamas o de prolongados ejercicios piadosos, sino un llamado impostergable a la justicia y al discernimiento. Las palabras de Jesús herían la sensibilidad religiosa de sus contemporáneos que se consideraban auténticos seguidores de Yavé e inigualables hombres de fe, porque colocaba delante de ellos el testimonio de aquellas personas que eran consideradas una lacra social: las prostitutas y los publicanos.

Prostitutas y publicanos no sólo eran profesiones terriblemente despreciadas, sino que quienes las ejercían eran considerados personas asquerosas e inadmisibles entre la gente de bien. Jesús ridiculiza todas esas valoraciones lanzadas desde los pedestales del sistema religioso y muestra, con los hechos, que ni siquiera la presencia de un profeta tan grande como Juan Bautista es capaz de transformar las conciencias anquilosadas y estériles de aquellos que se consideran salvados únicamente por el alto cargo que ejercen en el aparato religioso.

Más allá de una interpretación limitada al contexto judío del momento de Jesús, esta palabra suya puede y debe elevarse a categoría universal y a principio teórico: el de la primacía del hacer sobre el decir, de la praxis sobre la teoría. Un hermano dijo que sí, muy dispuesto, pero sus hechos desmintieron sus palabras: su palabra verdadera, su palabra práctica, fue un no. El otro hermano pareció estar desde el princpio fuera del camino de la salvación, por sus palabras negativas e inaceptables; pero a pesar de sus palabras, él de hecho fue a la viña, «hizo» la voluntad del Padre. Decir/hacer, teoría/praxis: el Evangelio está claramente decantado a un lado, sin vacilaciones, en estas disyuntivas.

Para la revisión de vida
Los “dos hermanos” tan contrapuestos de la parábola de Jesús se dan en cada una de nuestras vidas. A veces decimos que sí, pero es que no, y otras veces decimos no, pero resulta que sí… Sólo Jesús fue «sólo sí sin sombra de no»… ¿Cómo va esta contradicción en mi vida? ¿Qué partes de mi vida traicionan mi generosidad y mi buena intención? ¿Cómo puedo hacer para dar más coherencia a mi vida?

Para la reunión de grupo
- El tema de la parábola de los dos hermanos es el clásico y tan recurrente tema evangélico de la praxis como criterio de discernimiento. Las palabras valen si van acompañadas de la praxis. Nuestra calidad evangélica se mide en la acción, no en las palabras.

Oración comunitaria
Oh Dios que en todas las grandes religiones nos muestras la necesidad de coherencia entre la palabra y la acción; danos el coraje necesario para que purifiquemos nuestro corazón y fortalezcamos nuestra voluntad, de manera que entre uno y otra haya en nuestras vidas una total afinidad, tal como nosotros lo experimentamos en Jesús, nuestro hermano mayor, que vive y ama contigo por los siglos. Amén.

EXAMEN DE LA ORACIÓN:

Preguntas que pueden ayudar:

¿Cómo comencé a rezar?

¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?

¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)

¿Cómo termine?

¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí?