miércoles, 21 de julio de 2010

La insistencia en la Oración

La Preparación

Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios

Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Leo el texto a contemplar

Evangelio según San Lucas 11,1-13

Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enseñarnos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos». Él les dijo entonces: «Cuando oren, digan:
Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino; danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación».

Jesús agregó: «Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: “Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle”, y desde adentro él le responde: “No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos”. Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario.

También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. ¿Hay algún padre entre ustedes que dé a su hijo una serpiente cuando le pide un pescado? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan!».

Me imagino el lugar…

Seguramente la escena transcurre entre los montes donde Jesús tantas veces hablo a sus discípulos o tal vez cerca de aquella explanada donde multiplico los panes.

Pido al Señor… lo que quiero

Conocimiento interno del Señor para que más lo ame y más lo siga.

LA CONTEMPLACION EN TRES PASOS
La oración Ignaciana es esencialmente contemplación.
Ella se acerca al misterio desde una tripe perspectiva: Viendo a los personajes, escuchando lo que ellos hablan y mirando lo que hacen, para sacar algún provecho.

1° Momento: veo a los personajes de la escena

Seguramente los discípulos empiezan a sentir las exigencias de seguir a Jesús, el estar físicamente no les alcanza, necesitan comulgan con Jesús en el Proyecto del Padre... estar en íntima relación con el Padre para conocer, amar y realizar su proyecto: el reino.
Vemos a Jesús, intentamos entrar en lo más profundo de su persona, para conocer aquello que lo mueve... él habla de su Padre con una naturalidad, con una familiaridad que sólo puede nacer de quien se sabe Hijo amado...

Reflexiono en mi, me pregunto ¿Cómo es mi relación con Jesús?,
¿Como es mi relación con el Padre?

2° momento: Escucho lo que dicen o hablan las personas.

Escuchamos a Jesús dejándonos la oración de los cristianos... generaciones de hombres y mujeres a través de la historia seguiremos repitiendo esas palabras.. trato de saborearlas, de gustarlas.
Escucho los concejos de Jesús acerca de la oración... pidan... se les dará... busquen, encontrarán... llamen... se les abrirá...
Insistan... porque a Dios le gustan aquellos que insisten hasta lograr lo que quieren...


Reflexionamos en nosotros mismo para sacar algún provecho.

3°Momento: Miro lo que hacen…

Miramos de vuelta escena, Jesús y sus discípulos...
Jesús que habla... sus discípulos que escuchan...
Hay modos y modos de escuchar, están aquello que escuchan sin atender... están aquellos que atienden sin comprender... están aquellos que comprenden pero que después no llevan a la práctica lo entendido...


Reflexionamos para sacar algún provecho.

Hablo Con Dios

La contemplación es también momento de encuentro, puedo cerrar mi oración hablando con Dios Padre o dialogando con Jesús acerca del Reino... así como también acerca de lo que necesitamos y de lo que podemos ofrecerle... podemos hablarle de nuestros temores, o de nuestra alegría... podemos pedirle su espíritu para poder proclamar con nuestras palabra y nuestras vidas que Jesús es el enviado del Padre.

Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.

EXÁMEN DE LA ORACIÓN: Algunos pasos que pueden ayudar:


1º paso: Pídele a Dios
  • memoria para recordar los regalos que Dios te ha dado en esta oración 
  • entendimiento para comprender su significado 
  • voluntad para realizar el deseo que me ha manifestado
    2º paso: Reviso si he puesto los medios para que me vaya bien en la oración

    • ¿Me hice consciente de que iba a hablar con Dios y me preparé para el encuentro?
    • ¿Tomé un tiempo para serenarme antes de dar comienzo a la oración?
    • ¿Hice momentos de silencio para ponerme en su presencia y disponerme a escuchar lo que Dios quería comunicarme?
      3º paso: ¿Con qué sentimientos terminé la oración? Utiliza palabras que lo definan: paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad...
      4º paso: ¿He visto algo con claridad? ¿Alguna idea ha cobrado fuerza dentro de mi?
      5º paso: ¿A qué me he sentido animado? ¿Qué invitación me hace Jesús?
      6º Paso: ¿Que medio voy a utilizar para responder a esa invitación?
      7º paso: termino agradeciéndole a Dios este encuentro y le pido que me ayude a poner por obra lo que el me ha mostrado. Rezo un Padre Nuestro.
      8º paso: escribo brevemente lo más resaltante.

      Para nuestros amigos


      Escojo mis amigos no por la piel u otro arquetipo cualquiera,
      y sí por la pupila.
      Tiene que tener un brillo cuestionador
      y una tonalidad inquietante.
      A mí no me interesan los buenos de espíritu
      ni los malos de hábitos.
      Me quedo con aquellos
      que hacen de mí un loco y un santo.
      De ellos no quiero respuesta, quiero mi opuesto.
      Que me traigan dudas y angustias
      y aguanten lo peor que hay en mí.
      Para eso, sigo siendo loco.
      Los quiero santos, para que no duden de las diferencias
      y pidan perdón por las injusticias.
      Escojo mis amigos por la cara lavada y por el alma expuesta.
      No quiero sólo el hombro o el regazo,
      quiero también la mayor de sus alegrías.
      Amigo que no ríe con uno, no sabe sufrir con uno.
      Mis amigos son todos así: mitad estupidez, mitad seriedad.
      No quiero risas previsibles ni llantos piadosos.
      Quiero amigos serios,
      de aquellos que hacen de la realidad su fuente de aprendizaje,
      pero luchan para que la fantasía no desaparezca.
      No quiero amigos adultos ni aburridos.
      Los quiero mitad infancia y otra mitad vejez.
      Niños, para que no olviden
      el valor del viento en el rostro
      y viejos, para que nunca tengan prisa.
      Tengo amigos para saber quién soy yo.
      Pues viéndolos locos y santos,
      bobos y serios,
      niños y viejos,
      nunca me olvidaré de que la "normalidad"
      es una ilusión imbécil y estéril.

      lunes, 19 de julio de 2010

      Marta y María


      La Preparación

      Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

      Presencia de Dios

      Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

      Leo el texto a contemplar

      Evangelio según san Lucas 10, 38-42 - HA ELEGIDO LA MEJOR PARTE


      Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.

      Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude.»

      Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada.»

      Me imagino el lugar…

      En el camino de fe del hombre, Dios se deja encontrar y se hace huésped.Abraham ofrece hospitalidad a Dios, que se le muestra bajo las apariencias de tres extranjeros que van de paso. La casa de Marta y María es uno de estas casas donde Jesús se sabe bien recibido. Estas mujeres que reciben y acogen a Jesús forman parte de aquellos que han estado en contacto con Jesús, que lo han amado y seguido. En el Evangelio Jesús se detiene para descansar en casa de sus amigos de Betania.

      Pido al Señor… lo que quiero

      Conocimiento interno del Señor para que mas lo ame y mas lo siga.

      LA CONTEMPLACION EN TRES PASOS

      La oración Ignaciana es esencialmente contemplación.

      Ella se acerca al misterio desde una tripe perspectiva:

      Viendo a los personajes...

      escuchando lo que ellos hablan...

      y mirando lo que hacen...

      para sacar algún provecho respecto de mi vida. ¿Qué me dice esto a mí?


      Para reflexionar:En la figura de las dos hermanas se hacen visibles dos modos de recibir a Jesús.Marta es una típica ama de casa: siempre haciendo algo, no se detiene un instante. Esclava de su trabajo, no le alcanza el tiempo para nada... Y a veces ese «nada» es importante. No descubre que lo importante es sentarse, dejar la limpieza de la casa, y atender al amigo. María sentada a los pies del Maestro, en la postura clásica del discípulo lo escucha con atención. Era la forma común de comportamiento entre los alumnos de los rabinos.

      Marta se queja ya que su hermana la dejó sola para el trabajo y lo único que hace es estar sentada a los pies de Jesús.Cristo responde juzgando ambas actitudes. Su respuesta no es de condenación a la preocupación que anima a Marta sino que esclarece la situación y le da su verdadera dimensión.

      Marta y María representan dos dimensiones del seguimiento de Jesús.Marta se entrega en múltiples tareas, es una mujer servicial, incansable, atenta seguramente a todo lo que pudiera necesitar Jesús y cualquiera de los que iban con él. Jesús no desautoriza la acción. Incluso una mística como santa Teresa dice, que, si todos hiciésemos como María, Jesús se quedaría sin comer.Para Jesús no hay oposición entre acción y contemplación: pero todo debe tener su raíz profunda en esa escucha atenta de de Dios. Así, podemos llegar a ser «contemplativos en la acción» o «activos en la contemplación».

      María «ha escogido la parte mejor, y ésa no se le quitará», dice Jesús: María centrada en las palabras de Jesús, en simboliza la escucha de la palabra de Dios que no excluye las demás ocupaciones, pero sí debe ser lo primero. De esa escucha debe surgir la verdadera acción por el reino. Para que la acción del creyente sea auténtica tiene que estar fundamentada en la escucha de la vida que se manifiesta en Jesús de Nazaret.

      El auténtico hombre activo es contemplativo, y al contrario.Sólo uniendo la acción y la contemplación viviremos a fondo nuestra vida, sabremos mirar con ojos serenos lo que verdaderamente merece la pena, podremos descubrir la presencia de Dios en nuestra vida y en la vida de cada ser humano.

      Los cristianos que glorifican la oración, la alabanza, la vida interior, la gracia, los carismas no pueden hacerlo llegando al olvido de la fe en todo su compromiso histórico de transformación del mundo. Por otro lado los cristianos entregados con generosidad al trabajo solidario por la justicia, a la acción social y humanizadora en todas sus formas no pueden olvidar la oración, la liturgia, la vida interior sin caer en el riesgo de adulterar

      Somos discípulos recibiendo a Jesús como huésped de nuestra vida en la verdad misteriosa de su Palabra. En cada Eucaristía siempre se nos brinda la ocasión de dar hospitalidad como discípulos del Maestroa de verdad que fortalece la fe, centra la esperanza y purifica el amor. Lucas hace de María un modelo de discípulo de Jesús en razón de la escucha de y nos presenta a Marta como discípula que es capaz de servir desde el amor.

      Marta y María. Una síntesis. No una contraposición ni una competición que nos marca una senda en nuestra vida de discípulos misioneros: hombres de a la escucha atenta y comprometidos en el trabajo generoso por el Reino.

      Una cosa es necesaria”, escuchar y hospedar  progresivamente el Proyecto de Dios para cada uno respondiendo con generosidad y entrega. De esa manera lo importante será lo urgente.

      Algunas preguntas para reflexionar y discernir: ¿Que lugar le doy a la oración?

      ¿Descubro la necesidad ponerme a la escucha del Señor?¿En que modifica mi oración mi modo de vivir mi apostolado?

      Ayudame a elegir la mejor parte....


      Para rezar

      Señor, buscarte a ti y buscar lo que tú quieres es lo mismo.

      Cuando busco al Dios que llevo dentro, te busco a ti,

      y al encontrarte, necesariamente te pregunto siempre lo mismo

      ¿qué quieres Señor que haga?

      Y la respuesta que me das es indefectiblemente

      una respuesta de amor manifestado en las obras.

      Ponerse a tu disposición se traduce cada día

      en hacer lo que tú quieres.

      Y tú quieres siempre el amor a ti y a los hermanos.

      Mal podría llamarme seguidor tuyo

      si no fuera esa mi única pretensión.

      Encontrarte es ponerse en actitud permanente de escucha.

      Encontrarse contigo, Señor, es abrir el corazón a tus proyectos,

      que son los proyectos de tu Reino universal y de amor.

      Encontrarse contigo en la oración, en mi santuario interior,

      es mirar al futuro, soñar contigo, con tu Iglesia,

      con tu humanidad sedienta de ti.

      Es animarse cada día a comenzar de nuevo,

      desde la sencillez, despojándose de los propios planes

      para ponerse bajo los planes programados por Dios.

      Es aceptar tu voluntad, sin cálculos ni sentimientos.

      Por eso es tan bello y tan duro al mismo tiempo

      seguir tus huellas, ser tu seguidor.

      Tu seguidor se define por la fe y el amor a ti.

      Tu haces tuya la vida de tu seguidor,

      si el seguidor se pone a disposición del Padre,

      como hiciste tú: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.”.

      Hablo Con Dios

      La contemplación es también momento de encuentro, puedo cerrar mi oración hablando con Dios o dialogando con Jesús acerca de cómo la pregunta del de Jesús también a mi me toca responderla... podemos hablarle de nuestros temores, o de nuestra alegría... podemos pedirle su espíritu para poder procamar con nuestras palabra y nuestras vidas que Jesús es el enviado del Padre.

      Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.

      EXÁMEN DE LA ORACIÓN: preguntasque pueden ayudar:

      ¿Como comencé a rezar?

      ¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenia para decirme?

      ¿Que palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegria, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad...)

      ¿Como termine?

      ¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mi?

      PARA COMPARTIR EN GRUPO:

      Para los grupos nuevos

      1.- Nos presentamos: edad, lugar de donde soy, lugar donde vivo actualmente, ¿Estudio? ,¿Dónde? ¿En qué año? ¿Trabajo? ¿En qué?

      Para los grupos ya formados

      1.- ¿Podrías compartir con tu grupo algunas de las sensaciones que te produjo esta oración?

      Para todos

      2.- Desde tu experiencia de oración ¿Qué cosas son importantes? Y a ti ¿Que cosas te ayudan?

      3.- En nuestra experiencia de «Contemplación Ignaciana»... nos encontramos con diversos sentimientos... ¿podrías compartir algunos...?

      4.- Desde tu experiencia de Oración: ¿Cómo identificas los buenos sentimientos, deaquellos queno lo son?

      4


      viernes, 2 de julio de 2010

      Domingo 4 de Julio "el envío de los 72..."

      La Preparación
      Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

      Presencia de Dios
      Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

      Leo el texto a contemplar
      Evangelio según san Lucas 10, 1-9

      1 Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir.
      2 Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.3 ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos.4 No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.5 Al entrar en una casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!'.
      6 Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes.7 Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa.8 En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan;9 curen a sus enfermos y digan a la gente: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes'.

      Me imagino el lugar…
      Me imagino el lugar donde Jesús se reune con sus discípulos para enviarlos a la misión, tal vez sea en la montaña, ante de entrar a algunas de las ciudades donde se dirigía.

      Pido al Señor… lo que quiero
      Le pedimos al Señor, conocerlo internamente para que podamos entender qué lo motivo a envía a sus discípulos a la misión.

      LA CONTEMPLACIÓN EN TRES PASOS
      La oración Ignaciana es esencialmente contemplación.
      Ella se acerca al misterio desde una tripe perspectiva: Viendo a los personajes, escuchando lo que ellos hablan y mirando lo que hacen, para sacar algún provecho.

      1° Momento: veo a los personajes de la escena
      Fijamos nuestra atención al grupo de los seguidores de Jesús, ellos acababan de escuchar las exigencias del seguimiento, negarse, cargar y seguirlo... tal vez, están un poco perplejos... quién puede seguir a otro con estas exigencias.
      Ignacio en el libro de los ejercicios nos re-crea el dialogo de Jesús con aquellos que desean seguirlo... “quien quisiera venir conmigo... ha de trabajar conmigo...”
      Ahora vemos a los discípulos que son convocados por el Señor... que sienten?... qué esperan?...
      Vemos a Jesús... adentro lo esta consumiendo una pasión, la pasión por el Reino... él es capaz de hacer cualquier cosa por llevar adelante la misión... hasta dar su vida... pero necesita quién lo ayude... tratamos de meternos adentro del corazón apasionado de Jesús por el Proyecto del Padre, el Reino...

      Pensamos en nosotros mismos, para sacar algún provecho.

      2° momento: Escucho lo que dicen o hablan las personas.
      Escuchamos el diálogo de Jesús con sus seguidores...
      La cosecha es abundante... recordándoles a sus seguidores que su Padre es uno de los mejores sembradores, lo que siembra da fruto abundante... y que ahora es momento de recoger la cosecha, y diciéndole de la escasez de trabajadores apasionados por lo que ha dado fruto... porque para levantar esta cosecha es necesario primero verla y reconocerla.
      Seguramente les abra recordado que muchas veces nada es trigo limpio, que en la cosecha también levantarán cizaña... pero los invita a no preocuparse... porque ya llegará el tiempo de separar... ahora es el tiempo de recoger...
      Prestamos atención a las exigencia de quién es enviado: sin dinero, ni provisiones porque el que recibe una misión de parte de Jesús debe saber poner toda su confianza en Dios Padre, ya que él da de comer a las aves del cielo... y cada uno de los enviados es más importante que un simple pájaro... también les habrá recordado que partan sin calzado porque quién es enviado a recorrer los caminos de este mundo anunciando la buena noticia debe preocuparse por el Reino, ya que así como Dios Padre viste a las flores del campo, con muchísimo más atención vestirá a los que él mismo envía.

      Reflexionamos sobre nuestra propia vida y nuestra propia realidad para sacar algún provecho

      3°Momento: Miro lo que hacen…
      Miramos lo que hace el Señor... el habla..., aconseja..., da instrucciones..., advierte... siempre apasionadamente porque habla desde su corazón que esta lleno de entusiasmo por la misión que el Padre le ha encomendado
      Jesús quiere que las cosas anden bien... las técnicas son importante, pero más aun la actitud... esto lo saben bien aquellos quienes se siente invitado a trabajar en el Proyecto del Padre...
      Miramos a los discípulos... Observamos como pasan de la perplejidad a la confianza... hasta llegar al entusiasmo... ellos seguramente se sienten contentos, al punto que no les importará andar con dinero o sin ellos en el bolsillo, porque experimenta la certeza de que primero esta el anuncio del Reino... con o sin provisiones, porque saben que Dios Padre es un “Padre providente”... Con o sin calzados, porque están seguros que el Señor ya ha allanado los senderos que deben transitar... y todo esto desde una actitud, desde una certeza, desde una convicción... que son invitados a colaborar con Cristo en la Misión que recibió de su Padre: anunciar el Reino...

      Reflexionamos para sacar algún provecho.

      Hablo Con Dios

      Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.


      EXAMEN DE LA ORACIÓN: Preguntas que pueden ayudar:
      ¿Cómo comencé a rezar?
      ¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?
      ¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)
      ¿Cómo termine?
      ¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí?

      PARA COMPARTIR EN GRUPO:
      Para los grupos nuevos

      1.- Nos presentamos: edad, lugar de donde soy, lugar donde vivo actualmente, ¿Estudio? ,¿Dónde? ¿En qué año? ¿Trabajo? ¿En qué?

      2.- ¿Por que vine este martes? ¿Qué encuentro en la oración Ignaciana?

      3.- Si tuvieras que enseñar a un amigo a rezar “ignacianamente” ¿como lo harías?

      4.- ¿Cómo le explicarías a un joven que se acerca por primer vez que: Dios habla en la oración?

      jueves, 1 de julio de 2010

      Domingo 27 de Junio: Te seguiré donde Vayas

       La Preparación
      Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

      Presencia de Dios
      Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

      Leo el texto a contemplar
      Lectura del santo Evangelio según san Lucas, 9, 51-62
      Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén.

      Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: «Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?» Pero él se dio vuelta y los reprendió. Y se fueron a otro pueblo.

      Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: « ¡Te seguiré adonde vayas!» Jesús le respondió: «Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.»

      Y dijo a otro: «Sígueme.» El respondió: «Permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre.» Pero Jesús le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios.»
      Otro le dijo: «Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos.» Jesús le respondió: «El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios.»

      Me imagino el lugar…
      El pueblo de Samaría. El camino por donde va Jesús con sus discípulos.




      Pido al Señor… lo que quiero
      Ser pronto para escucharlo y para seguirlo en la realidad de mi vida.
      “Señor que no sea sordo ni temeroso, sino que pueda escucharte que me dices: “No temas, sígueme”


      La oración Ignaciana es esencialmente contemplación.
      Ella contempla el misterio desde una tripe perspectiva: Viendo a los personajes, escuchando lo que ellos hablan y mirando lo que hacen, para sacar algún provecho.


      1° Momento: Veo a los personajes de la escena
      Jesús que endureció el rostro y marchó hacia Jerusalén. Los discípulos que son rechazados en Samaría.
      Los discípulos que quieren seguir a Jesús con sus condiciones.

      2º Momento: Escucho lo que dicen o hablan las personas.
      “Te seguiré a donde vayas”. “Sígueme”, “…Tú vete a anunciar el Reino de Dios”.

      3º Momento: Miro lo que hacen…
      Jesús que se resuelve con firmeza ir a Jerusalén. Los discípulos que se enojan con los Samaritanos. Jesús que los reprenden por querer quemarlos.
      Los que se acercan a Jesús pidiendo seguirlo.


      Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.


      EXÁMEN DE LA ORACIÓN: Preguntas que pueden ayudar:
      ¿Cómo comencé a rezar?
      ¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?
      ¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)
      ¿Cómo termine?
      ¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí? 

      MOMENTO DE FORMACIÓN


      Dos reglas básicas:
      1-A las personas que se dejan llevar por sus pasiones y que no se preocupan de evitar los pecados, el enemigo suele tentarlas halagando sus pasiones con placeres atrayentes, imágenes sensuales, etc. Así las conserva en pecado y aún las enreda más en sus vicios. A estas personas el buen espíritu trata de manera contraria; les hiere la conciencia y suscita remordimiento con razones objetivas y valederas (EE 314)
      2-Lo contrario sucede en las personas que se van purificando intensamente de sus pecados y progresando en el servicio de Dios. En este caso, el mal espíritu procura perturbar angustiando, entristeciendo, poniendo impedimentos, con falsas razones para impedir el progreso; y propio es del buen espíritu, dar ánimo y fuerzas, consolaciones, lágrimas, inspiraciones y paz, facilitando las cosas y quitando los obstáculos para que se pueda avanzar y perseverar en el bien obrar. (315)


      Dos definiciones
      3-La consolación espiritual: es el estado del alma cuando se produce en ella un tal movimiento de amor a Dios, su Creador y Señor, que ya no puede amar a ninguna criatura por sí misma, sino solamente en el Creador de todas las cosas. También cuando corren lágrimas de amor. Estas pueden estar motivadas por el dolor de los pecaos propios o por la pasión de Cristo, o por otras cosas relacionadas con su servicio y alabanza. En resumen: es consolación todo aumento de esperanza, fe y amor, y toda alegría interior que atrae al alma hacia las cosas celestiales, y hacia la salvación, aquietando y pacificando al alma en su Creador y Señor. (315)
      4-La desolación espiritual: llamo desolación todo lo contrario de la consolación, es decir, la oscuridad en el alma, turbación en ella, atracción hacia las cosas bajas y mundanas, inquietud producida por abundantes y variadas agitaciones y tentaciones que mueven a la desconfianza, desesperación, frialdad. Así el alma se encuentra toda floja, tibia y como separada de su Creador y Señor. Porque como la consolación es contraria a la desolación, así también los pensamientos que nacen de la consolación, con contrarios a los pensamientos que nacen de la desolación. (317)