martes, 29 de noviembre de 2011

2ª Entrega de preparacion al CIG 2012

Te presentamos la segunda entrega de preparación al camino Ignaciano 2012 Para acceder al documento hace clikc en 2ª Entrega

domingo, 27 de noviembre de 2011

1| Entrega de preparación del CIG 2012

Queridos Jóvenes
Ya estamos en tiempo de preparación del CIG 2012.
En estas semanas te propondremos una series de meditaciones para que te dispongas a la aventura de CIG 2012
1° Entrega

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cristo Rey

La Preparación
Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios
Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Leo el texto a contemplar      Mt. 25, 31-46
    Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.
    Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'.
Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos?¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?'.
    Y el Rey les responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo'.
Luego dirá a los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber;43 estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron'.
    Estos, a su vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'.
    Y él les responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'.
 Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".

Composición viendo el lugar
Me imagino el lugar donde Jesús habla con la gente de estas cosa, podría ser en la falda de la montaña, donde tantas veces hablo a la gente des reino de Dios, este es un lugar lleno de gracias para hablar de grandes cosas

Pido lo que quiero
Conocimiento interno del Señor, para amarlo más y seguirlo mejor.

Veo quienes son las personas
Nos imaginamos a la gran multitud de personas reunidas alrededor de Jesús... ellos son hombres y mujeres que quieren seguir más de cerca al Señor... en ellos está la inquietud por la verdad, una inquietud que los lleva a buscar aquello que más los acerca a la Palabra de vida eterna.

Vemos a Jesús... el mira a su Gente y ve que están sedientos de palabras de vida eterna... y que se encuentra como ovejas sin pastor...

Escucho lo que hablan
Escuchamos a Jesús, que presenta a Dios como un Rey del todo particular, glorioso, rodeado de los espíritus angélicos delante de todos los hombres de todas las naciones.

Es particular el juicio que usa, el criterio para separar los unos de los otros, nosotros podríamos pensar que el criterio de Dios, puede ser la fidelidad, el cumplimiento de las normas y de los preceptos...

En cambio el Rey usa otro criterio, frente a situaciones humanas que desdibujan la humanidad como el hambre, la sed, la indigencia, la desnudes, la perdida de libertad se salvan aquellos que optaron por comprometerse y empeñarse en favor de la humanidad.

Podemos escuchar todo el discurso de Jesús, primero les reclama a sus seguidores que se empeñen con sus talentos a dar frutos, un frutos que estén en la línea de la plena humanización.
Escuchamos el silencio de la gente... un silencio que es “salud”, que escucha atentamente...

Miramos lo que hacen los personajes
La gente escucha atentamente, reflexionando en si mismos, haciendo memoria de cuantas veces hicieron algo para con sus hermanos

Miramos a Jesús, el no es sólo un predicador, sino también aquel que dice lo que hace y funda lo que dice en aquello que hace, dió de comer a tantos hombres y mujer, calmó su ser, recibió al que fue rechazado, visitó a quien estaba preso

Pensamos en nosotros mismos
La propuesta de Jesús, no es solamente ideológica, es sobre todo un hacer y un realizar concreto...
El mismo Jesús invita a aquellos que lo quieran seguir, un programa que el mismo llevo a cabo, pero sobre todo invita a sus seguidores a trabajar con él, codo a codo, a transitar esos caminos de la vida donde la humanidad se desdibuja para ayudar a los hombres, a todos los hombres a recuperar la vida plena que el Padre les promete.
Esta tarea es de estar con Él en el trabajo para estar con Él en la Gloria del Reino de Dios.

EXAMEN DE LA ORACIÓN:
Preguntas que pueden ayudar:
¿Cómo comencé a rezar?
¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?
¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)
¿Cómo termine?
¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí?

martes, 8 de noviembre de 2011

Domingo 33

P. Oscar Calvo sj
La Preparación

Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios
Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Pido al Señor… lo que quiero
Conocer internamente al Señor para amarlo más y seguirlo mejor...
Pistas para la oración                Domingo 33 durante el año

Ant. Test.: Elogio de la mujer (y del varón) prudentes   ►Primera Lectura: Proverbios 31,10-31.

Una buena ama de casa, quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. El corazón de su marido confía en ella y no le faltará compensación. Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida. Se procura la lana y el lino, y trabaja de buena gana con sus manos. Es como los barcos mercantes: trae sus provisiones desde lejos. Se levanta cuando aún es de noche, distribuye la comida a su familia y las tareas a sus servidoras. Tiene en vista un campo, y lo adquiere, con el fruto de sus manos planta una viña. Ciñe vigorosamente su cintura y fortalece sus brazos para el trabajo. Ve con agrado que sus negocios prosperan, su lámpara no se apaga por la noche. Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Abre su mano al desvalido y tiende sus brazos al indigente. No teme por su casa cuando nieva, porque toda su familia tiene la ropa forrada. Ella misma se hace sus mantas, y sus vestidos son de lino fino y púrpura. Su marido es respetado en la puerta de la ciudad, cuando se sienta entre los ancianos del lugar. Confecciona telas finas y las vende, y provee de cinturones a los comerciantes. Está revestida de fortaleza y dignidad, y afronta confiada el porvenir. Abre su boca con sabiduría y hay en sus labios una enseñanza fiel. Vigila la marcha de su casa y no come el pan ociosamente. Sus hijos se levantan y la felicitan, y también su marido la elogia: "muchas mujeres han dado pruebas de entereza, pero tú las superas a todas!". Engañoso es el encanto y vana la hermosura: la mujer que teme al Señor merece ser alabada. Entréguenle el fruto de sus manos y que sus obras la alaben públicamente.

    -“Una buena ama de casa ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. El corazón de su marido confía en ella y no le faltan riquezas. Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida.
    -Adquiere lana y lino, y trabaja de buena gana con sus manos. Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Abre su mano al necesitado y extiende el brazo al pobre.
    -Engañoso es el encanto y fugaz la hermosura: la mujer que respeta al Señor merece ser alabada.
    -Entréguenle el fruto de sus manos y que sus obras la alaben públicamente (en la plaza)”.

-Hoy podemos leerlo en lenguaje “no sexista” (como corresponde a nuestra espiritualidad cristiana actual, ya que los Proverbios son de otra cultura, de hace más de 2000 años):
    “Un hombre y una mujer valiosos ¿quién los encontrará? Son más preciosos que las perlas; se hacen el bien entre ellos y nunca el mal, todos los días de su vida; abren su boca con sabiduría, su lengua enseña con amor; se levantan sus hijos para felicitarlos”...
      ► Respecto a mi matrimonio, noviazgo (y/o también a mi relación con amigas/amigos más cercanos): en ambiente de oración-unión con el Señor, hacer un examen-balance realista-sincero y esperanzado.
    ¿Con qué cualidades descritas en esta lectura bíblica me identifico y quiero seguir progresando? ¿Y qué aspectos personales quiero adquirir, y cuáles proyecto ir desechando? 

Nuevo Testamento: Parábola de los talentos  ►Evangelio: Mt 25,14ss.

    “Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos es como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y a otro uno, según su capacidad; y después partió.
    Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. ‘Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado’. ‘Está bien, servidor bueno y fiel’, le dijo su señor; ‘ya que respondiste en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor’”.
    - El Señor no quiere personas inactivas, miedosas y pasivas. Espera que arriesguemos, que salgamos de la seguridad de nuestros pensamientos, y apostemos al crecimiento y a la vida. Así, empezamos a “participar del gozo del Señor”, ya desde ahora.
    - Pero no se trata de que siempre andemos con un aire de “triunfadores natos” que buscan el éxito por sí mismo, ya que, a menudo, el poder de Dios se muestra en nuestras flaquezas, en nuestras búsquedas, e incluso, fracasos, como dijo Jesús a Pablo: “Mi gracia te basta; porque mi poder triunfa en la debilidad”, 2Cor 12,9.
    - Además, el Señor nos valora, así tengamos cinco, dos o un talento. Pero todos tenemos, al menos, “una moneda de oro”:
    “Tienes más cualidades de lo que tú mismo crees. Pero para saber si son de oro bueno las monedas, hay que hacerlas rodar, hacerlas circular. Gasta tu tesoro”.    Dr. Gregorio Marañón
► Hacer un breve recuento de las cualidades-talentos. A nivel de mi inteligencia teórica y/o práctica; de mi afectividad (relación cálida con los demás, empezando por mi pareja, familiares, amigos...); de mi sensibilidad (sentirnos afectados -hasta emocionados- con repercusiones corporales a través de los sentidos, ante un paisaje, una música, una situación personal/social que nos enternece, indigna...); de mi voluntad (capacidad de tomar decisiones, de perseverar en algún proyecto...).            
► ¿Y esas cualidades: ¿están también al servicio de los demás?

Hablo Con Dios
La contemplación es también momento de encuentro, puedo cerrar mi oración hablando con Dios Padre  o dialogando con Jesús acerca del Reino... así como también acerca de lo que necesitamos y de lo que podemos ofrecerle... podemos hablarle de nuestros temores, o de nuestra alegría... podemos pedirle su espíritu para poder vivir la vida que nos regala  Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.

El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes.
A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida,el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco.
De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos,18 pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor.
Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores.
El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. 'Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado'.'Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'.
Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: 'Seńor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado'. 'Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'.
Llegó luego el que había recibido un solo talento. 'Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: aquí tienes lo tuyo!'.
Pero el señor le respondió: 'Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses.
Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes'.

Formación


4. HACERSE CONCIENTE DE LOS PENSAMIENTOS
Hay dos tipos de movimientos interiores (mociones): "unas buenas a las que hay que recibir y aceptar y otras malas que hay que rechazar" (EE 313). Estas mociones mueven interiormente y en sentido contrario. Estos movimientos interiores vienen acompañados de "pensamientos". Por eso dice san Ignacio: "reconozco en mí tres tipos de pensamientos: uno propio mío, que proviene de mi libertad y querer; y otros dos que provienen de fuera: uno del buen espíritu y otro del malo" (EE 32).

Pido la gracia de poder ver lo que sucedió en la oración.
Describo qué pensamientos acompañaron mis sentimientos durante la oración. Estos pensamientos pueden ser: recuerdos, ideas, deseos, frases, imágenes ... Hago un gráfico de mi oración, donde identifico los sentimientos y los pensamientos.



Pensamiento1: Un deseo: “Quiero rezar y encontrarme con Dios”
Pensamiento 2: una imagen: “me imagino que estoy a los pies de Jesús y él me enseña a orar
Pensamiento 3: un recuerdo “me acuerdo de un problema que me preocupa”
Pensamiento 4: una imagen: “me veo el inutil de siempre porque no podré resolverlo
Pensamiento 5: una frase “se me cruza en la cabeza que no tengo remedio y no voy a cambiar nunca”
Pensamiento 6: un recuerdo: “me acuerdo de María que ella siempre me ayuda, la siento como Madre”
Pensamiento 7: una idea: “se me viene a la cabeza 'yo estaré con ustedes todos los días...” y pienso que a pesar de mis miserias Jesús me quiere para su proyecto
Pensamiento 8: un deseo: “me bien con mucha fuerza el deseo de estar muy unido a Jesús

martes, 1 de noviembre de 2011

Bienaventuranzas – Camino de humanización desde la fe

Hna. Silvinas Pagura fi
La Preparación
Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…
Presencia de Dios
Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Leo el texto a contemplar                                 Mt.5,1-12
Bienaventuranzas – Camino de humanizaciòn desde la fe

“Jesús, al ver a toda esa muchedumbre, subió al monte. Allí se sentó y sus discípulos se le acercaron. Comenzó a hablar, y les enseñaba así:
FELICES los que tiene espíritu de pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
FELICES los que lloran, porque recibirán consuelo.
FELICES los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
FELICES los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
FELICES los compasivos, porque obtendrán misericordia.
FELICES los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.
FELICES los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.
FELICES los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de Dios.
DICHOSOS ustedes cuando por causa mía los maldigan, los persigan y les levanten toda clase de calumnias.
Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así trataron a los profetas que hubo antes que ustedes”
Me imagino el lugar…
Jesùs sube al monte donde esta lleno de gente, todo tipo de personas acudìan a El.

Pido al Señor… lo que quiero
Señor que te conozca internamente, para que conociéndote cada día más te pueda amar más y seguir mejor.

Para la oración
El texto de la liturgia de hoy nos propone el texto de las Bienaventuranzas que seguramente lo hemos rezado y escuchado muchas veces, pero el contexto en el que lo leemos hoy es en la festividad de todos los santos. Podríamos preguntarnos ¿qué relación tiene este texto con la propuesta de santidad?
En primer lugar, sería interesante rescatar el contexto en el que se da esta enseñanza de Jesús. El Evangelio de Mateo nos narra previamente que a Jesús “acudían todos los enfermos, los aquejados por males y dolencias diversas, los endemoniados, y paralíticos y él los sanaba. Lo seguía un gentío inmenso de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y del otro lado del Jordán” (Mt.4,24-25) Esa es la muchedumbre que Jesús está mirando cuando sube al monte, es el pueblo sufriente, dolido y universal, porque venían de las regiones más variadas.
Las palabras de Jesús resuenan de manera muy diferente si lo contextualizamos en ese monte lleno de gente que está viviendo en carne propia lo que es ser pobre, llorar y sufrir, ser paciente, tener hambre y sed de justicia, ser compasivo, tener corazón limpio, trabajar por la paz, ser perseguido y sufrir calumnias. No es un discurso de lo que “deberían ser”, sino que les habla de su propia realidad, de lo que ellos ya están viviendo.
Podríamos preguntarnos entonces ¿de qué les sirve escuchar a Jesús que les promete felicidad pero en el reino de los cielos, si su sufrimiento es aquí y ahora? Muchas veces hemos interpretado este texto pensando que las palabras Reino de los cielos o Reino de Dios hacen alusión a una realidad que viviremos cuando nos morimos. Pero el pueblo judío, por respeto a Dios, no podía nombrarlo, por eso se lo designaba con otras palabras como reino de los cielos, reino de Dios. Por tanto, no se trata de una recompensa que tendremos después de la muerte, en el cielo, sino del Reino de Dios que llega a nosotros en esta tierra con la proclamación de Jesús.
Desde aquí cobra otro significado mucho más profundo el mensaje de las bienaventuranzas, porque no se trata de sufrir en esta tierra que ya tendremos los beneficios en el cielo; sino de ser capaces de acoger las limitaciones, el dolor, la persecución, etc. con una mirada de fe, que nos posibilite atravesar las situaciones de la vida cotidiana, las que vienen con nuestra propia finitud humana; y hacerlo con una mirada transparente, esperanzada, que es capaz de descubrir la presencia de Dios allí donde todo humanamente nos dicta muerte y desesperanza.
El mensaje de las Bienaventuranzas en el día de todos los santos tiene mucho para decirnos, porque los santos fueron personas “humanas”, acogieron su humanidad y limitaciones y pudieron descubrir “en ellas” y no “a pesar de ellas”, la mano y la presencia de Dios en sus vidas y en la historia.
Todos estamos llamados a ser santos por el bautismo, y ser santos es ser profundamente humanos, capaces de conmovernos con el dolor propio y ajeno, pero sin quedarnos en él, sino descubriendo que Dios está presente en ello y que con su gracia podemos ser FELICES con todas las limitaciones que la vida misma nos presenta. Es creer profundamente aquello de San Pablo que “llevamos un tesoro en vasos de barro”, no como quien desprecia el barro del que fuimos formados, sino como quien da gracias porque nuestro barro es el que nos permite reconocer el tesoro que llevamos dentro.
Todos deseamos ser FELICES, y en estos tiempos son numerosas y atractivas las propuestas que se nos presentan de todas partes: muchos nos hablan de una alegría que se puede obtener con el dinero, el éxito y el poder. Sobre todo nos hablan de una alegría que coincide con el placer superficial y efímero de los sentidos.  Pero las Bienaventuranzas nos proponen un camino de una felicidad diferente, perdurable, que no se esfuma con los acontecimientos porque está sustentada en el hecho de CREER que Dios está presente en nuestra vida, en cada hermano.
Y es una felicidad que lleva al compromiso, como bien nos enseñan los santos, nos mueve a trabajar por la paz, a tener hambre y sed de justicia, a ser compasivos, a ser “muy otros” sin dejar de ser “nosotros mismos”. Porque cuando Dios alberga el corazón de cada ser humano y sabemos darle cabida, va impregnando nuestros criterios, nuestra forma de ver la vida, nuestra manera de relacionarnos, nuestro trabajo, nuestro estudio, nuestras relaciones.
Como bien lo expresa el Padre Arrupe, sj en esa oración tan bonita donde supo dejar reflejado lo que es vivir en santidad como cristiano.
Reflexiono para sacar provecho

ENAMÓRATE
No hay nada más práctico que encontrar a Dios.
Es decir, enamorarse profundamente y sin ver atrás.
Aquello de lo que te enamores,
lo que arrebate tu imaginación, afectará todo.
Determinará lo que te haga levantar por la mañana,
lo que harás con tus atardeceres, cómo pases tus fines de semana,
lo que leas, a quién conozcas, lo que te rompa el corazón,
y lo que te llene de asombro, alegría y agradecimiento.
Enamórate, permanece enamorado, y eso lo decidirá todo.

Pedro Arrupe, sj


Hablo Con Dios
La contemplación es también momento de encuentro, puedo cerrar mi oración hablando con Dios Padre  o dialogando con Jesús acerca del Reino... así como también acerca de lo que necesitamos y de lo que podemos ofrecerle... podemos hablarle de nuestros temores, o de nuestra alegría... podemos pedirle su espíritu para poder vivir la vida que nos regala  Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.

EXAMEN DE LA ORACIÓN:
Preguntas que pueden ayudar:
¿Cómo comencé a rezar?
¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?
¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)
¿Cómo termine?
¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí?

Formación: Distingo los sentimientos

3. DISTINGO SENTIMIENTOS
Pido luz a Dios. Recuerdo lo que pasó en la oración. Distingo los sentimientos. Los identifico, les pongo nombre, ya que al nombrarlos podré conocerlos y ser libre frente a ellos. Describo la cronología de los sentimientos, en forma precisa. Me guío con la lista de sentimientos, los escribo, subrayo y los marco. Lo ubico en el gráfico distinguiendo consolación y desolación:

Lista de sentimientos ( la lista es incompleta! )
16. Inflamarse en amor a Dios
15. Caridad.
14. Fe. Esperanza
13. Alegría. Plenitud. Profundidad
12. Entusiasmo. Fuerza.
11. Confianza. Seguridad.
10. Libertad.
9.  Concentración. Atención.
8.  Ánimo.
7.  Gozo. Dulzura.
6.  Claridad. Sencillez.
5.  Agilidad. Interés
4.  Serenidad. Pacificado.
3.  Pureza. Bondad.
2.  Tranquilidad. Calma.
Linea 0-----------------------------------------------------------------------------------------Linea 0
1.  Paz. Quietud.
1. Preocupación. Inquietud.
2. Turbación. Angustia.
3. Intranquilidad. Miedo.
4. Sequedad. Pereza.
5. Depresión. Tibieza.
6. Oscuridad. Duda.
7. Aplastamiento. Indiferencia.
8. Aceptación. Rebeldía.
9. Desconfianza. Inseguridad.
10. Desánimo. Frialdad.
11. Aburrimiento. Debilidad.
12. Tristeza. Amargura.
13. Vacío. Superficialidad.
14. Incredulidad. Desesperanza.
15. Odio. Resentimiento
16. Como separada de Dios

Grafico







 ¿Qué es la Consolación y la Desolación espiritual?

316     3ª regla. Consolación espiritual: llamo consolación cuando en el alma se produce alguna moción interior, con la cual viene el alma a inflamarse en amor de su Creador y Señor, y cuando como consecuencia, ninguna cosa criada sobre la faz de la tierra puede amar en sí, sino en el Creador de todas ellas. También es consolación cuando derrama lágrimas que la mueven a amar a su Señor, sea por el dolor de sus pecados, o por la pasión de Cristo nuestro Señor, o por otras cosas ordenadas derechamente a su servicio y alabanza. Finalmente, llamo consolación todo aumento de esperanza, fe y caridad y toda alegría interna que llama y atrae a las cosas celestiales y a la propia salud del alma, aquietándola y pacificándola en su Creador y Señor.

317    4ª regla. La cuarta, de desolación espiritual. Llamo desolación todo lo contrario de la tercera regla; así como oscuridad del alma, turbación en ella, inclinación por las cosas bajas y terrenas, inquietud de varias agitacio­nes y tentaciones, moviendo a desconfianza, sin esperan­za, sin amor, hallándose el alma toda perezosa, tibia, triste y como separada de su Creador y Señor. Porque así como la consolación es contraria a la desolación, de la misma manera los pensamientos que salen de la consolación son contrarios a los pensamientos que salen de la desolación.