miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cristo Rey

La Preparación
Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios
Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Leo el texto a contemplar      Mt. 25, 31-46
    Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.
    Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'.
Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos?¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?'.
    Y el Rey les responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo'.
Luego dirá a los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber;43 estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron'.
    Estos, a su vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'.
    Y él les responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'.
 Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".

Composición viendo el lugar
Me imagino el lugar donde Jesús habla con la gente de estas cosa, podría ser en la falda de la montaña, donde tantas veces hablo a la gente des reino de Dios, este es un lugar lleno de gracias para hablar de grandes cosas

Pido lo que quiero
Conocimiento interno del Señor, para amarlo más y seguirlo mejor.

Veo quienes son las personas
Nos imaginamos a la gran multitud de personas reunidas alrededor de Jesús... ellos son hombres y mujeres que quieren seguir más de cerca al Señor... en ellos está la inquietud por la verdad, una inquietud que los lleva a buscar aquello que más los acerca a la Palabra de vida eterna.

Vemos a Jesús... el mira a su Gente y ve que están sedientos de palabras de vida eterna... y que se encuentra como ovejas sin pastor...

Escucho lo que hablan
Escuchamos a Jesús, que presenta a Dios como un Rey del todo particular, glorioso, rodeado de los espíritus angélicos delante de todos los hombres de todas las naciones.

Es particular el juicio que usa, el criterio para separar los unos de los otros, nosotros podríamos pensar que el criterio de Dios, puede ser la fidelidad, el cumplimiento de las normas y de los preceptos...

En cambio el Rey usa otro criterio, frente a situaciones humanas que desdibujan la humanidad como el hambre, la sed, la indigencia, la desnudes, la perdida de libertad se salvan aquellos que optaron por comprometerse y empeñarse en favor de la humanidad.

Podemos escuchar todo el discurso de Jesús, primero les reclama a sus seguidores que se empeñen con sus talentos a dar frutos, un frutos que estén en la línea de la plena humanización.
Escuchamos el silencio de la gente... un silencio que es “salud”, que escucha atentamente...

Miramos lo que hacen los personajes
La gente escucha atentamente, reflexionando en si mismos, haciendo memoria de cuantas veces hicieron algo para con sus hermanos

Miramos a Jesús, el no es sólo un predicador, sino también aquel que dice lo que hace y funda lo que dice en aquello que hace, dió de comer a tantos hombres y mujer, calmó su ser, recibió al que fue rechazado, visitó a quien estaba preso

Pensamos en nosotros mismos
La propuesta de Jesús, no es solamente ideológica, es sobre todo un hacer y un realizar concreto...
El mismo Jesús invita a aquellos que lo quieran seguir, un programa que el mismo llevo a cabo, pero sobre todo invita a sus seguidores a trabajar con él, codo a codo, a transitar esos caminos de la vida donde la humanidad se desdibuja para ayudar a los hombres, a todos los hombres a recuperar la vida plena que el Padre les promete.
Esta tarea es de estar con Él en el trabajo para estar con Él en la Gloria del Reino de Dios.

EXAMEN DE LA ORACIÓN:
Preguntas que pueden ayudar:
¿Cómo comencé a rezar?
¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?
¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)
¿Cómo termine?
¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí?

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