jueves, 20 de mayo de 2010

La Asencion del Señor

La Preparación

Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios

Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Leo los textos

Lectura de los Hechos de los apóstoles 1, 1-11


En mi primer Libro, querido Teófilo, me referí a todo lo que hizo y enseñó Jesús, desde el comienzo, hasta el día en que subió al cielo, después de haber dado, por medio del Espíritu Santo, sus últimas instrucciones a los Apóstoles que había elegido.

Después de su Pasión, Jesús se manifestó a ellos dándoles numerosas pruebas de que vivía, y durante cuarenta días se le apareció y les habló del Reino de Dios.

En una ocasión, mientras estaba comiendo con ellos, les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre: «La promesa, les

dijo, que yo les he anunciado. Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo, dentro de pocos días.»

Los que estaban reunidos le preguntaron: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?»

El les respondió: «No les corresponde a ustedes conocer el tiempo y el momento que el Padre ha establecido con su propia autoridad. Pero recibirán

la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra.»

Dicho esto, los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir.»



Lectura del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-20

Jesús dijo a sus discípulos:

«Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.

Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán.»

Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios.

Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.


Me imagino el lugar…

Un monte de Jerusalén con vegetación abundante, era una tarde fresca. Un día de sol con algunas nubes. Desde el monte se podía contemplar la ciudad santa: Jerusalén.

Pido al Señor… lo que quiero

Señor que pueda sentir lo que los discípulos sintieron cuando te despediste de ellos y los bendijiste. Un sentimiento un poco mezclado por tu partida y por la promesa del Espíritu.


La oración Ignaciana es esencialmente contemplación.

Ella contempla el misterio desde una triple perspectiva:


1º MOMENTO: Viendo a los personajes :

veo a los discípulos que están alrededor de Jesús. Lo veo a Jesús en toda su majestad y esplendor.


2º MOMENTO:… escuchando lo que ellos hablan :

quédense en Jerusalén para recibir la fuerza del Espíritu” “Vayan por todo el mondo y anuncien la Buena Noticia” “En mi nombre expulsarán demonios, impondrán las manos a los enfermos y serán…”


3º MOMENTO: ..y mirando lo que hacen , para sacar algún provecho: Jesús hablando con los discípulos. Ellos escuchando, preguntando. Jesús que los bendice, asciende a los Cielos. Los discípulos van a predicar por todas partes.


Contemplar hasta que se nos peguen los gestos de Jesús y los discípulos. ¿Qué me dice esto a mí?


COLOQUIO:

como un amigo habla con otro, contándole mis cosas, pidiendo perdón, dándole gracias, expresándole mi amor, alabándolo.

Señor siento que tu partida habrá sido dura para tus amigos, como a veces siento que es para mi cada vez que te busco sin encontrarte, que intento rezar y la agitación no me lo permite. Cada vez que caigo en aquellas faltas que no quiero tener y comienzo a dudar de ti y de mi, de nuestra amistad….

Gracias por este momento de tu vida en que instruiste a tus amigos durante cuarenta días fortaleciéndolos, hablandoles de tu Reino y dándoles muestras de tu presencia resucitada. ..

Hoy quiero pedirte la gracia de sentir tu presencia en medio de nosotros, en lo íntimo de mi corazón, para sentir la fuerza de tu amor y la urgente invitación de anunciar tu Buena Noticia a todos los hombres, que nos es otra que el Padre nos ama con locura y quiere entrar en comunión con cada uno de nuestros hermanos…. ¡Gracias Señor!...


Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.

EXAMEN DE LA ORACIÓN:

Preguntas que pueden ayudar:

¿Cómo comencé a rezar?

¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?

¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)

¿Cómo termine?

¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí?


PARA COMPARTIR EN GRUPO:


Nos reunimos en grupos de 6 personas.

1.- Nos presentamos: edad, lugar de donde soy, lugar donde vivo actualmente, ¿Estudio? ,¿Dónde? ¿En qué año? ¿Trabajo? ¿En qué?

Actualmente ¿hago algún apostolado o actividad?


2.- Para compartir en el grupo: ¿Qué he sentido en esta oración? ¿Qué siento que Jesús me dice, nos dice? ¿Qué deseos se despiertan en mí?



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