lunes, 4 de octubre de 2010

Oración del 1° Encuentro de Representantes






La Preparación

Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios

Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Leo el texto a contemplar

Evangelio según San Lucas 5, 1-11

En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca.

Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Navega mar adentro, y echen las redes». Simón le respondió: «Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes». Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.

Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: «Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador». El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: «No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres». Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.

Me imagino el lugar…

El lago, tan querido y tan frecuentado por Jesús. Sus orillas, tan caminadas y transitadas por tanta gente, puestos de venta de pescados etc..

Pido al Señor… lo que quiero

Conocimiento interno del Señor para que más lo ame y más lo siga.


Para reflexionar en mi oración -Relectura

El día era como uno de tantos de Jesús, el escenario uno tan querido por el, las orillas del lago.

La multitud lo rodea, casi al punto de asfixiarlo... todos quieren ver y tocar a Jesús, pues de él salia una fuerza capaz de dar vida...

En un momento Jesús grita a Pedro: trae tu barca, acércala a la orilla, la gente me rodea por todas partes.

Jesús se sube y le dice a Pedro: aléjate un poco para que pueda hablarles, ¿no ves que están como ovejas sin pastor?

Pedro viendo a la multitud, pero sabiendo de la pasión de Jesús por ella, se aleja unos metros de la orilla.

Jesús contemplando aquella escena empieza como siempre su discurso: Mi Padre los ama... y los ama tanto que me pidió que les prepare un lugar... pero traten de entrar por la puerta estrecha, por que son las que llevan a donde esta preparado el banquete... allí estarán todos, ninguno dejará de estar presente, los invitados a primera hora y los últimos, como también aquello que están en las encrucijadas de los caminos... vistansen como requiere la ocasión; traje de fiesta... pero el que no tenga, que se ponga su mejor ropa y no se preocupe porque si el Padre viste tan hermosamente a los lirios del campo... seguramente él se ocupara de ustedes.

Así siguió toda la tarde. Al declinar el día, después de haber hablado de su Padre, y de su casa Jesús dice a Pedro:

- hemos terminado por hoy, la gente debe volver sus casas y pensar acerca de lo que hemos hablado... Pedro: navega mar adentro.

Como siempre Pedro veía en los ojos de Jesús la fatiga de un largo día que había comenzado bien temprano, pero también contemplaba la alegría de Jesús, esa misma alegría que transmitía cuando hablaba de su Padre, de la casa de su Padre, del Banquete que estaba ya listo y sobre todo del proyecto del Padre, el Reino y de su misión.

Navegando mar adentro, en lo más profundo del lago, Jesús poniéndose de pie dice a Pedro:

- Pedro, tirá las redes-

Pedro lo mira, con esa mirada tan conocida por Jesús y le dice:

Mirá Jesús, desde hace un par de años que te sigo, todavía no sé muy bien por qué, sólo se que no puedo dejar de hacerlo...

Te he escuchado hablar de muchas cosas; de cómo sembrar las semillas para que den frutos, de los peligrosas que pueden ser las aves y de lo nocivas que pueden ser las espinas... es más... muchas veces me han dado ganas de ser agricultor y hasta viñador. Otra veces te escuche hablar de ganadería, de cómo se cuida a la oveja descarriada, de como se la busca, de como se tiene que ser buen pastor y sobre todo el cuidado que se tiene que tener con los cuatreros que sólo vienen a robar, matar y destruir y esas veces también me vinieron ganas de cambiar de profesión y ser pastor... pero Jesús yo soy pescador... mi padre fue pescador... en mi familia son todos pescadores... si antes no me animé a cambiar de profesión fue tal vez porque me sentía “como pez fuera del agua” ... pero de pesca y sobre todo de este lago se mucho... se cuando se tiene que pescar y cuando no, se donde comen los peces y donde duermen... es más...me he pasado muchas noches hablando con los peces sobre mis miedos y mis sueños... te lo puede asegurar que aunque tengamos muchos deseos de pescar, por esta parte del lago no pasa ni el más infeliz de los peces... pero... me acuerdo la primera vez que nos enviaste a misionar... además de muchas recomendaciones practicas nos dijiste que todo lo que hiciéramos, lo hiciéramos en tu nombre... también he visto caminar a ese pobre paralítico, pusiste de pie a ese hombre que la vida lo había doblado en dos y lo obligaba a estar postrado... fue hermosos verlo caminar entre sus amigos y conocidos con la frente en alto... o aquella vez que hiciste que ese pobre ciego, el hijo de Timeo viera... no me voy a olvidar aquella vez que enojados fuimos a reclamarte que otros estaban haciendo milagros y que no pertenecían a nuestro grupo... y nos enseñaste que quien no esta contra nosotros está con nosotros... por eso, en tu nombre echaré las redes.

Los amigos de Jesús tiraron las redes y comenzaron a levantarlas, y el asombro fue grande, hasta tal punto que empezaron a tener miedo.

Jesús entendiendo la situación, como muchas veces lo había echo se arremangó la túnica y tirando de las redes les dijo:

Pedro, Juan, Santiago, amigos mios no teman, el temor los paraliza. Crean en Dios y también crean en mi... tienen las redes listas, tiren las redes a la derecha y a la izquierda de la barca, no pierdan cualquier oportunidad y sean conmigo pescadores de hombres . Pesquen en la orilla pero anímense a ir conmigo a lo profundo, vayan hasta los limites, animense a ir conmigo hasta las fronteras, allí donde las redes no han llegado, allí donde nadie fue .

Cómo en la oración ignaciana podemos reflexionar en nosotros mismos para sacar algún provecho.

Hablo Con Dios

Puedo cerrar mi oración hablando con Dios Padre o dialogando con Jesús acerca de las redes o del Reino... así como también acerca de lo que necesitamos y de lo que podemos ofrecerle... podemos hablarle de nuestros temores, o de nuestra alegría... podemos pedirle poder preparar las redes o salir a pescar con él.


Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.



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