miércoles, 11 de mayo de 2011

Buen Pastor

La Preparación

Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…

Presencia de Dios

Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.

Leo el texto a contemplar Jn 10, 1-10: Jesús el Buen Pastor

«Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino que salta por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. Él llama a las suyas por su nombre y las hace salir. Cuando las ha sacado a todas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz». Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. Entonces Jesús prosiguió:

«Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento. El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia.


Me imagino el lugar…

Seguramente la escena transcurre en un lugar amplio, espacioso y gracioso. La multitud que escucha a Jesús, y Jesús que se hace eco de su pueblo, su pequeño rebaño.

Pido al Señor… lo que quiero

Pedir gracia de conocer internamente a Jesús el Buen Pastor.

1° Momento: Veo a los personajes de la escena

Nos imaginamos a la multitud, varias veces el evangelio nos describe a esa multitud, hambrienta, deseosa de escuchar la palabra que les permite vivir y les da vida. Una multitud que son como ovejas sin pastor... Dios mismo llama a su pueblo “pequeño rebaño

Miramos a Jesús, nos metemos en su interioridad, él siente compasión... es capaz de padecer con ese pueblo, porque es capaz de compartir con él, sus angustias y sus esperanzas, sus alegrías y sus tristezas.

Reflexiono para sacar provecho


2° Momento: Escucho lo que hablan las personas.

Escuchamos las palabras de Jesús... el que no entra por la puerta... advirtiendo a su pueblo acerca de cómo reconocer al pastor del ladrón.

Jesús le habla a su pueblo de cosas evidentes... es evidente que quién ingresa por otra parte que no sea la puerta tiene perversas intensiones. Y las malas intensiones del ladrón son robar, matar y destruir...

las ovejas escuchan su voz... le reconocen la voz por aquello que dice. Las palabras del Buen Pastor dan vida, y no cualquiera, sino que vida en abundancia.

Reflexiono para sacar provecho


3°Momento: Miro lo que hacen…

Miramos lo que hacen los personajes. La multitud escucha, no sólo oye.

Oye quien tiene oídos, escucha quien presta atención. ¿Por qué la multitud presta atención? Porqué reconoce que en esas palabras escuchadas, esta la fuente de la vida y dan vida.


Miramos lo que hace Jesús... el habla con su pueblo, dialoga con él. Le habla del Reino de Dios, les hace recordar que el rebaño de Dios tiene alguien que lo cuida.

Jesús no sólo dice palabras sino que siendo la palabra se hace carne en las expectativas de su pueblo.

Reflexiono para sacar provecho


Hablo Con Dios

La contemplación es también momento de encuentro, puedo cerrar mi oración hablando con Dios Padre o dialogando con Jesús acerca del Reino... así como también acerca de lo que necesitamos y de lo que podemos ofrecerle... podemos hablarle de nuestros temores, o de nuestra alegría... podemos pedirle su espíritu para poder vivir la vida que nos regala. Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.


EXAMEN DE LA ORACIÓN:

Preguntas que pueden ayudar:

¿Cómo comencé a rezar?

¿Hice silencio interior para escuchar lo que El tenía para decirme?

¿Qué palabras definen los sentimientos que tuve durante mi oración? (paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad…)

¿Cómo termine?

¿Algo ha cobrado fuerza dentro de mí?



Para la reunión de grupo:

1 – Me presento.

2 – Comparto en el grupo qué experiencia tenemos de Jesús como Buen Pastor.

3.- Comparto en el grupo, alguna experiencia donde me he encontrado con personas que se han comportado como “buenos pastores”


No hay comentarios:

Publicar un comentario