lunes, 27 de septiembre de 2010

Domingo 26 de Septiembre

La Preparación
Busco un lugar que me ayude al encuentro con Dios, donde este cómodo y tranquilo. Busco una postura corporal para orar, hago un gesto de reverencia. Respiro lenta y profundamente para tranquilizarme, para relajarme, para que mi cuerpo también entre en oración, y preparo mi corazón para este encuentro…
Presencia de Dios
Busco la paz, me presento ante Él, siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Tomo el tiempo necesario para esto, no se trata de hacer un esfuerzo por acercarme a Dios sino de dejarlo entrar y estar frente a El con toda confianza. Su presencia es puramente amorosa, no viene a reprocharme ni a condenarme… viene a estar conmigo.
Leo el texto a contemplar
 Lectura del santo Evangelio según san Lucas 16, 19-31

 Jesús dijo a los fariseos:
 «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas.
 El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado.
 En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Entonces exclamó: "Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan."
 "Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí."
 El rico contestó: "Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento."
 Abraham respondió: "Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen."
 "No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán."
 Pero Abraham respondió: "Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán."»

Palabra del Señor.
Me imagino el lugar…
Una casa lujosa y un portal grande donde está Lázaro yaciendo. Desde una ventana de la casa puede ver al hombre tirado padeciendo toda clase de necesidades.
Pido al Señor… lo que quiero
Conocimiento interno de las injusticias de la sociedad para que me muevan a ejercer la misericordia con los necesitados.
LA CONTEMPLACIÓN EN TRES PASOS
La oración Ignaciana es esencialmente contemplación.
Ella se acerca al misterio desde una tripe perspectiva: Viendo a los personajes, escuchando lo que ellos hablan y mirando lo que hacen, para sacar algún provecho.

1° Momento: veo a los personajes de la escena
Vemos a las personas que interviene en esta escena, el rico que en su casa viste lujosamente y vive de fiesta o de banquete derrochando dinero y comida que Lázaro ansía para saciar su hambre.
Lázaro está llagado como si dijera que esa es su vestimenta. Todo rodeado de perros que vienen a molestarlo lamiendo sus llagas.

Reflexiono en mi, me pregunto: ¿Cómo uso de mis medios materiales y espirituales? ¿Soy capaz de compadecerme de otros hermanos y compartir?

2° momento: Escucho lo que hablan las personas.
    Escucho el diálogo entre el rico y Abrahán pidiendo que tenga compasión como él no la ha tenido de su vecino Lázaro: "Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo….

"No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán."


Reflexionamos en nosotros mismo para sacar algún provecho. ¿Qué actitud tomo cuando veo mis errores o pecados? ¿Soy capaz de tomar decisiones y llevarlas a cabo?

3°Momento: Miro lo que hacen…
El rico que vive probándose ropa muy fina, mirándose al espejo. Con muchos empleados que lo sirven y le preparan los banquetes. El hombre que come y deja caer parte de la comida, desordenadamente, hace de la comida el centro de su vida. (vive para pasarla bien, pero mirando para otro lado que no sea el pobre Lázaro que desea y necesita su ayuda)

Reflexionamos para sacar algún provecho...  nosotros ¿Somos capaces mirar a los otros y ponernos en sus zapatos o sentir en la piel compadeciéndonos?¿ A qué me invita el Señor hoy?

Hablo Con Dios
La contemplación es también momento de encuentro, puedo cerrar mi oración hablando con Dios Padre  o dialogando con Jesús acerca del Reino... así como también acerca de lo que necesitamos y de lo que podemos ofrecerle... podemos hablarle de nuestros temores, o de nuestra alegría... podemos pedirle su espíritu para poder proclamar con nuestras palabra y nuestras vidas que Jesús es el salvador de los hombres.
En esta oración le puedo pedir la gracia de sentir compasión y ser capaz de dejarme mover por lo que movía a Jesús: el amor, la compasión y la misericordia.

Termino rezando un Padre Nuestro o alguna oración que me de devoción.

EXAMEN DE LA ORACIÓN:
1º paso: Pídele a Dios
memoria para recordar los regalos que Dios te ha dado en esta oración
entendimiento para comprender su significado
voluntad para realizar el deseo que me ha manifestado
2º paso: Reviso si he puesto los medios para que me vaya bien en la oración
¿Me hice consciente de que iba a hablar con Dios y me preparé para el encuentro?
¿Tomé un tiempo para serenarme antes de dar comienzo a la oración?
¿Hice momentos de silencio para ponerme en su presencia y disponerme a escuchar lo que Dios quería comunicarme?
3º paso: ¿Con qué sentimientos terminé la oración? Utiliza palabras que lo definan: paz, alegría, confianza, sensación de perder el tiempo, ansiedad...
4º paso: ¿He visto algo con claridad? ¿Alguna idea ha cobrado fuerza dentro de mi?
5º paso: ¿A qué me he sentido animado? ¿Qué invitación me hace Jesús?
6º Paso: ¿Que medio voy a utilizar para responder a esa invitación?
7º paso: termino agradeciéndole a Dios este encuentro y le pido que me ayude a poner por obra lo que el me ha mostrado. Rezo un Padre Nuestro.
8º paso: escribo brevemente lo más resaltante.

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